Lie y Phoenas estaban mirando a la oscuridad detrás de Edip con sudores fríos y con una valentía por los suelos, ambos niños sentían una respiración en sus nucas
- E..Edip....¿Hay....algo.. detrás de... nosotros...? - una pregunta rodeada de miedo suelta la boca temblorosa de Lie
- Nada, ¿Que les pasa a ambos? ¿Tienen miedo? Jajaja - preguntó un valiente Edip sin pensar en la situación
- Cállate....ni siquiera te parece raro ver...una mano en...el suelo...que salió caminando...cómo si nada..., un grito...en el fondo...del pasillo..y dices que...no hay nada detrás de.... nosotros..? - dijo con enojo y miedo Lie a Edip
Mientras tanto Phoenas mira con temblor hacia atrás y no vé nada, hasta que miró hacia arriba en el techo, vió una criatura con una horrenda cara totalmente deformada, uno de sus ojos estaba cubierto de carne mientras que el otro tenía un hilo viviente moviéndose por todo el interior del globo ocular con un iris de color gris, sólo tenía pocos mechones de pelo negro por su cabeza con la impresión de que en cualquier momento se iban ha caer por el color putrefacto de su esta, su boca era ancha con unos dientes grandes pero que realmente también resaltaban en los pocos que tenía incluyendo sólo sus cuatro muelas, toda su cara estaba repleta de piel caída y su nariz tenía más de tres orificios sin contar las fosas nasales, sin duda era un hombre por lo sollozos que desprendía, las velas del pasillo sólo permitían ver hasta su cuello por lo alto del techo y de esa criatura.
Phoenas agarró del hombro de Lie haciendo que este se diera la vuelta y viera esa cosa en el techo sollozando sin parar
- Mi cara...- dijo esa cosa con lágrimas en sus ojos
- ¿Cómo me veo...? ¿Soy hermoso verdad? - fueron preguntas que rompieron el llanto con tono engreído
- Ustedes son horrendos, ¡Aléjense de mi existencia! - gritó esa criatura mientras se tiraba al suelo y alzaba sus brazos en forma de amenaza
Los dos niños corrieron en contra de la criatura pero Phoenas se detuvo con la intención de llevarse a Edip con el, este último sólo los mira preguntándose porqué corren, esa cosa sólo ignoró a Edip y siguió a una velocidad progresiva a los niños dejando claro que quedarse era la última opción, los dos niños siguieron corriendo entre los pasillos hasta que Phoenas miró atrás y no veía a Lie, pareciera que se había escondido en los cuartos del alrededor
- ¡Huye, corre, arrepiéntete de haberme mirado a los ojos! - gritó el hombre mientras que se acercaba al niño moviéndose de forma retorcida, el niño siguió corriendo pero por reflejo esquivó la mano que se había lanzado a su cara, miró como ese hombre agarró esa mano y se la trataba de poner entre gritos de desesperación, Phoenas aprovechó el momento y corrió hacia una habitación que tenía la puerta entreabierta, el niño se escondió detrás de una manta que cubría un espejo grande, para el niño se le hacía raro esa cosa, a pesar de que su rostro está totalmente arruinado y su cuello parecía tener marcas de una soga, vestía elegante y era bastante alto, su brazo derecho tenía la manga de su traje rasgada y era el brazo donde no tenía mano, a diferencia de las otras criaturas que se había topado, este tenía algo peculiar en su ser, pasa de llorar a alabarse, de alabarse a ser arrogante, y de arrogante a agresivo sin mencionar el estado de desesperación en el que estaba últimamente, eran pensamientos que rondaban la cabeza del niño pero sin darse cuenta escucha un ruido y se asoma, era esa cosa que había tumbado un búcaro, ese hombre se quedó mirando los restos del búcaro mientras que el niño sale con cuidado de atrás de la manta pero al avanzar un paso siente que pisó algo, era la mano de esa cosa y en un parpadeo de alzar la cabeza vió esa criatura mirándolo fijamente sin intención de voltear la mirada, el niño quedó horrorizado mientras que retrocedía con torpeza haciendo que cayera en las puntas de la manta destapando el espejo grande, en lo que esa cosa iba ha agarrar la cabeza del chico con su mano izquierda miró el espejo, observando su rostro, desprendió un grito insoportable y salió corriendo de la habitación y detrás de él la mano del suelo, se escuchó el sonido de un vidrio rompiéndose, el niño no quería salir del miedo que sentía, él vió una sombra acercándose a la puerta pero quién entró por ella era Edip
- ¿Pero qué les pasa? ¿Y dónde está el otro imbécil? - preguntó con preocupación a su amigo sentado abrazando sus piernas
Phoenas se lanzó hacia Edip abrazándolo con fuerza, detrás de ellos estaba Lie, con Madre y otros niños, Madre los abraza a ambos
- Oh niños, me disculpo por lo que les ha ocurrido - dijo Madre con preocupación aunque su rostro no decía lo mismo
- Vamos, yo los llevaré a sus habitaciones personalmente - estás palabras fueron pronunciadas mientras salían de la habitación y veían que más adelante en el pasillo había un vidrio roto, era una ventana que parecía haberse roto o que habían roto; Lie, Edip, Madre, Phoenas y otros niños observaron por la ventana rota como no habían nubes en el cielo, dejando ver la belleza de la luna, todos menos Phoenas se alejaron de la ventana, y observó más abajo, en los árboles, cómo había una persona totalmente blanca, mirándolo fijamente con una sonrisa de oreja a oreja
- Hey Phoenas ven - dijo Edip con bostezo en sus palabras
El niño lo miró y de inmediato volteó la mirada donde estaba el ser pálido pero no estaba, sin pensarlo dos veces caminó rápido hacia su amigo, ya había tenido suficiente por una noche. La mañana siguiente ya todos listos para iniciar una clase, un niño le preguntó a Madre de quién era esa mano de la noche pasada
- Niños, realmente no sé si decirles, no quiero asustarles - dijo Madre con pocas ganas de hablar de eso, pero los niños seguían insistiendo hasta que Madre sonrió y contó la historia de esa mano, una vez llegó un muchacho alto, con un hermoso rostro a la isla, se había establecido en esta al parecer para buscar riquezas, era un hombre que tenía su mano de hierro cruel encima de otros, construyó una fortaleza en la que en sí se formó un pueblito de las otras personas que lo siguieron al parecer por admiración, ese muchacho no sólo era una cara bonita, perfecto para atraer mujeres, tenía un gran dominio del estoque con su mano derecha, un gran talento para enamorar, pero lo que más sobresaltaba a pesar de verse poco, era la crueldad con la que actúa cuando se enojaba, una vez la fortaleza fue atacada por otros hombres y en defensa el muchacho usó su estoque para demostrar su dominio sobre su arte pero el estoque se rompió tal vez por su uso y al jóven lo ataron en una cruz, el hombre que lideró el ataque, con rudeza en su voz, hablando algo de venganza, usó una maquinaria que había colocado en la mano derecha del muchacho, hizo uso de ella y se veía poco a poco como la mano era arrancada de su antebrazo derecho, el hombre se marchó de la fortaleza mientras que los seguidores del joven le quitaban sus ataduras, rompiendo en llanto y dolor el muchacho mandó un grupo de hombres ha matarlos antes de salir de la isla, el joven fue atendido a tiempo, pero lo que no se iba ha recuperar fue el perder su arte de la lucha con el estoque y el orgullo de que un hombre sin casi un esfuerzo logró marcarle la vida totalmente, unos meses después del ataque, unas casas de la fortaleza fueron quemadas, todos entraron en pánico y el jóven tratando de hacer orden dió el mandato a sus hombres de controlar la situación pero fue derribado por la embestida a un hombre y varios de ellos corrieron por sus vidas del incendio ya extendido destruyendo barriles de pólvora y casas por completo, el jóven en el suelo sólo abrió sus ojos y todos inconscientemente le pasaron por encima lastimando todo su cuerpo y sobre todo su cara que ya había perdido varios dientes, cayó en el desmayo por unas horas y después de despertar, de contemplar que todo lo que había armado había sido destruido, lloró como un condenado, escuchó la voz de alguien detrás de él, de un hombre totalmente (...), que le ofrecía ayuda, ese hombre al parecer con malas intenciones le entregó una piedra preciosa, con Esencia en su haber, el joven la absorbió y obtuvo un gran poder, pero su cuerpo estaba en mal estado y cayó inconsciente, despertó en un lugar lleno de muertos, con órganos por doquier, con esqueletos humanos destruidos, pero en el centro del lugar, había un sarcófago, con una tapa de cristal, con una bella dama aparentemente durmiendo, la zona donde estaba el sarcófago era tierra con plantas blancas con un color intenso con brillo, el chico intentó acercase más a la dama pero un cadáver lo agarró de la pierna y lo hizo caer, todos esos cadáver donde el estaba empezaron a morderlo y el jóven por suerte logró escapar de ellos pero un frasco de cristal con un líquido morado intenso fue lanzado directamente a su cara, haciéndolo sentir un dolor infinito de quemadoras en su rostro, salió corriendo a ciegas y llegó a las puertas de su fortaleza, sin explicarse como llegó allí avanzó dentro y se topó con los pedazos de un espejo, en dónde pudo ver su rostro todo arruinado, sus dientes rotos y con la falta de otros, su ropa toda destruída, el joven buscó desesperadamente algo con lo que quitarse la vida, se encontró con una soga, y temblando fue a lo que quedaba en su casa, se puso lo más limpio que tenía y temblando, amarró su cuello con la soga, la ató a una columna de madera de otra casa y se estranguló, lo último que vió fue un espejo, reflejando su aspecto y detrás de ese espejo estaba el hombre totalmente (...) que le entregó la piedra preciosa con una sonrisa de oreja a oreja, esta es la historia de Irel, La Cara del Horror; demostrando como su rostro, tomó la forma de su corazón.
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La Escuela Interna de Ahaymán
RandomEs la historia de la infancia de El Demonio de los Mares, en un mundo donde el poder interior es Esencia, en el que los ojos tienen dos perspectivas del mundo, en el que no importa que papel tomes, debes pagar por tus actos, sin importar nada.