Las Crónicas de un Corazón Roto.

-El Tiempo es Relativo-

Esto no era algo de otro mundo, era solo una simple conversación, y no creo que alguien lo atribuyera a un acontecimiento cósmico, aunque de alguna forma así lo sintiera.

Surgían bastantes preguntas en mi cabeza: "¿Por que no me habría dado cuenta antes de lo bella que era? ¿Como me fue permitido pasar de alto esas graciosas pero lindas muecas que hacia al hablar? ¿Que el color de sus ojos no era del que siempre había imaginado?". Solo hasta ahora me doy cuenta que quizá solo era cuestión de: ¿"tiempo"? Nadie lo sabe. Sin embargo me atraía la chica mas molesta de todo el instituto. La chica que hasta hace unos meses odiaba, y lo estaba haciendo sin que ella se diera cuenta, sin que yo pudiera detenerlo.

Y como sacado de una película cliché romántica, en donde todo termina de maravilla y son todos felices. Los alumnos del instituto estaban preparando un evento que prometía ser lo mejor del año y como ya se lo imaginaran no dude en pensar en que esta seria una buena oportunidad para conocer mejor a Jessica, era de esas oportunidad que solo se dan una vez en la vida y no iba a desaprovecharla por nada del mundo. Era una oportunidad ideal, en el momento ideal. Por lo tanto decidí que mi objetivo era invitar a Jessica a "la gran fiesta del año". Pero ¿como?

No creen que seria extraño que una persona de solo unas semanas de "conocerla". Llegara y te invitara a una fiesta así porque si. Pero fue mas fácil y mas extraño de lo que me imagine.

Sus ojos voltearon a verme de repente, ella estaba rodeada de su amigas, las cuales gritaban y hacían mucho escandalo. Probablemente de por algún chisme muy bueno que les llego. Pero Jessica no precia muy atenta. Me dirigió otra mirada como diciendo que la ayudara, pero en realidad no sabia como hacerlo. Así que me acerque a su grupito antes de que siquiera inventara una excusa para sacarla de ahí. Simplemente mencione su nombre en tono de pregunta, tal vez eso me daria tiempo de pensar en algo.

-¿Jessica?

Luego un silencio que me erizo la piel, ella alzo la mirada en señal de pregunta y todas su amigas me miraban hostilmente, como si no mereciera estar ahí.

-¿Que sucede?- contesto una de su amiga en tono molesto.

-Nada, solo es que llaman a Jessica en Dirección - dije casi apunto de tartamudear.

Luego el silencio termino repentinamente y fue sustituido por muchos murmullos y risas. No sabia si se reían de mi, siempre se estaban riendo de alguien.

-Ya voy- contesto con una voz que fingía enojo.

Así que se levanto y se dirigió a los pasillos, yo me fui detrás de ella.

-¿"Dirección"? ¿Hablas en serio? ¿No se te ocurrió algo mas original?- dijo en un tono sarcástico.

-No lo sé, fue lo primero que se me cruzo por la cabeza- conteste.

Y ella sonrió. Y que lo trague la tierra a aquel que no piense que esa era la sonrisa mas hermosa que alguien hubiera visto en su vida.

Como era de esperarse no llegamos a Dirección, así que entramos al gimnasio. No había nadie en el lugar. No sentamos en el suelo y empezamos a reír como locos por un buen rato. Ya pasada las risas le pregunte:

-¿Y ahora que hacemos?

-Es lo mismo que te quería preguntar, aunque es mucho mejor que estar con aquellas- dijo un poco molesta.

-¿Acaso no te agradan?

-No es eso, solo es que hoy están insoportables.

-Okay...- dije distraído.

-Creo que sé que hacer...- dijo entre risas.

-¿Que crees tu que debemos hacer?- conteste aun distraído.

-No sé, tal vez... ¿besarnos?

Ella se acerco a mi mucho antes de que yo pudiera retirarme u objetar.

Y, nos besamos, o eso creo, si tuviera que describirlo de alguna forma seria algo así como si en vez de haberla besado, hubiera estampado sus labios con los mios. Probablemente fue por que en ningún momento me esperaba algo como eso, bueno... al menos de ella.