Parte 12

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Cuando Beomgyu finalmente se sintió más como él mismo, se vistió y bajó las escaleras. Aunque no estaba seguro de cómo comportarse con Yeonjun, no podía quedarse en la habitación que todavía olía abrumadoramente al celo del otro alfa. Hizo que su piel se erizará con esa extraña ansiedad-anticipación-repulsión-anhelo.

Todavía era bastante temprano y supuso que todos debían estar en la sala del desayuno, pero la encontró vacía.

—Están en la sala de estar, maestro Beomgyu—le dijo una criada, sonriendo—. ¡El amo Kai acaba de llegar a casa!

De acuerdo, eso tenía sentido. Yeonjun llevaba un tiempo esperando que su hermano menor volviera a casa. Hyori debe haber estado exultante.

—Gracias, Martha —dijo Beomgyu y se dirigió hacia la sala de estar.

Escuchó las voces antes de llegar. Se detuvo en la puerta, sin estar preparado para la escena emocional que lo recibió.

Hyori estaba llorando, sus delgados brazos rodearon a un hombre desconocido con el uniforme militar rojo de Kadar con dos bandas de oro que denotaban su rango de capitán. El hombre era ridículamente guapo. Se parecía mucho a Yeonjun, solo un poco más alto, más ancho y más peludo. Su olor era... fuerte. Muy fuerte.

Beomgyu arrugó la nariz, su propio aroma se disparó en respuesta a la presencia de un alfa Xeus desconocido.

El hombre, Kai, volvió la cabeza, probablemente también oliéndolo, y Beomgyu notó otra diferencia entre él y Yeonjun: sus ojos eran azules, no negros.

Las cejas de Kai se arquearon.

—Aunque me lo contaste, madre, debo decir que todavía es extraño ver al portador de la muerte en nuestra casa.

Beomgyu se puso rígido ante el apodo. Él siempre lo había odiado. El hecho de que fuera bueno en eso no significaba que le hubiera gustado matar.

Antes de que pudiera decir nada, Yeonjun se interpuso entre Beomgyu y su hermano.

—No le llames así.

Beomgyu se estremeció. La voz de Yeonjun era baja y autoritaria, casi un gruñido. Envió un calor a través de su cuerpo, su mente se volvió un poco confusa.

Sacudiendo la extraña sensación con cierta dificultad, Beomgyu dio un paso adelante para que él y Yeonjun estuvieran hombro con hombro. Le sonrió amablemente a Kai. Beomgyu no estaba realmente enojado. Podía decir que Kai simplemente se sentía protector con su familia, y los alfas Xeus eran notoriamente malos para controlar sus instintos.

—Es un poco de mala educación saludar a tu nuevo hermano de esa manera, ¿no crees?

Kai soltó un bufido.

—Claro. No hay necesidad de fingir. Todos sabemos que no es un matrimonio por amor. Yeonjun es un alfa, no es... —Kai se interrumpió, su mirada se posó en el cuello de Beomgyu.

Beomgyu sintió que su rostro ardía cuando la mirada de todos siguió la de Kai, Chaewon chilló, los ojos de Hyori se agrandaron y Yeonjun... Yeonjun miró la marca con una expresión extraña antes de mirar hacia arriba, a los ojos de Beomgyu.

Beomgyu no estaba seguro de lo que veía en ellos, pero el olor de Yeonjun se hizo más fuerte. Yeonjun puso una mano sobre su hombro, sus dedos presionando contra el moretón. Beomgyu se sacudió, como electrocutado, y sus párpados se volvieron pesados. Oh.

Solo podía parpadear aturdido cuando Yeonjun dijo:

—Este es mi esposo, Beomgyu, y lo vas a tratar como a un hermano. ¿Entendido, Kai?

Space Alphas (Libro 1)《Yeongyu》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora