RYAN P.O.V
La brisa acariciaba dulcemente mi pelo, mi sonrisa se ensanchaba y mis parpados se cerraban un poco más por causa de la velocidad. Amaba este sentimiento ser libre, nadie me podía controlar cuando estaba en mi moto solo era yo contra el mundo.
Llegue al estacionamiento de la escuela, me quite el casco y al instante pude escuchar unos cuantos suspiros de perras que solo querían follar pero mantenían su cara de inocentes.
Dirigí mis pies hacia la cafetería donde se suponía que debía encontrarme con mis mejores amigos Tyler y Chaz que por lo visto están hablando de un tema muy interesante.
- Hola cara de culos- dije sentándome en la silla y agarrando una manzana de la bandeja de Tyler.
- ¡Mierda! Me asustaste- dice Chaz con una mano sobre su corazón.
- Dejen de ser tan maricones y mejor díganme de que estaban hablando antes de que yo llegara.
- Oh si... chica nueva.- dice Tyler con una sonrisa maliciosa.
No puedo dejar de sonreír como todo un pedófilo cuando ve niños solos e inocentes. Amamos las chicas nuevas simplemente porque podemos rotarla para poder follarla todos.
- Y... ¿esta buena?- digo con no más poder con la intriga.
- Aun no lo sabemos, pero por lo que nos ha dicho la secretaria es una completa niña problemas ha hecho que la suspendan tres veces, es la causa de varias renuncias de profesores, les ha escupido, también se ha metido en varias peleas con todo tipo de personas pero eso no es todo la han expulsado por cosas que hasta la secretaria desconoce.-dice Chaz cansado por decirme de su investigación.
- No creo que sea tan mala. Pero rezo a la virgen para que este bien buena y caiga en nuestros trucos- dice Tyler con voz seductiva
Salimos de la cafetería a nuestra primera hora: ingles.
En toda la clase no hago más que dormir, mandarle papelitos a Chaz y jugar fruit ninja. Al salir de clase me encuentro con todo el pasillo susurrando cosas que no alcanzo a escuchar.
No puedo ni preguntar, porque se puede escuchar el estruendo de la puerta del director chocando con la pared.
Todo el corredor se queda sin voz y sale de allí una chica con unas botas que hacen eco por todo el pasillo, una chaqueta de cuero, unos jeans desgastados y se puede notar que su caminar es intimidante. Su pelo es de color azabache sus labios son gruesos y sus ojos... sus ojos tienen algo. Tal vez es la mirada, esa mirada llena de oscuridad, lleno de secretos. Algo es seguro su mirada no es la mirada de miles de chicas inocentes. Y tiene algo que no me deja quitar la mirada de ella.
Tal vez sea ese gran par de tetas que tiene
Ella noto mi mirada porque se está acercando a grandes zancadas y con su cara fría.
- Que miras imbécil, ¿acaso te debo?
No puedo no mostrar mi asombro, ninguna chica jamás me había tratado de este modo.
- Tranquila gatita, ahorra tus garras para otra pelea- le digo como si su comentario no me hubiera molestado.
- Podemos de hacer esta una pelea, no me importaría sacarte un poco de tu mierda.
- Mira niñita ridícula no vine hoy para que una perra rabiosa como tú venga a dárselas de que se las sabe todas, tal vez en tu antigua escuela pudiste ser muy popular pero acá no eres nadie y el que manda soy yo.- hice un énfasis en la última parte por si era muy imbécil y no captaba el mensaje.
- Veré tu cara cuando yo, esta "perra rabiosa" te haya pateado los cojones.- dijo dando un paso más a mí y alzando una ceja como si estuviera retándome.
En ese momento me di cuenta de sus ojos. Esos hermosos ojos se notaban el dolor y la agonía, tenían unas grandes murallas que si las podías derribar entonces verías el sufrimiento.
No me dio tiempo para responder porque enseguida de pronunciar la última palabra giro sobre sus talones y se marchó.
¿De dónde había salido esta chica?
Por un instante pensé que todo había terminado hasta que por los parlantes de la escuela se escuchó la gruesa voz del director.
- Srita Ashley Hastings y el Sr Ryan Sommers por favor presentarse a la oficina del director inmediatamente.
Esto no puede estar pasándome
Ashley P.O.V
Puta vida
No han pasado Ni siquiera dos horas y ya me han llamado a la oficina del director dos veces.
Doy grandes y fuertes pasos en línea recta hacia la oficina del director y a la mitad del camino el chico mecreomuchamierda se une a mí.
Entramos a la oficina y el director nos mira severamente. Aparta la vista de su celular y con un tono disgustado dice:
- Niños ya ni me sorprendo, ustedes dos en el primer día de clases andan peleando e incitando a los demás a repetir su acto. Usted señorita es solo su primer día y ya anda de grosera con los profesores y alumnos y usted señor todos estos años de lucha contra usted, rogándole para que deje su comportamiento de rebelde sin causa- toma un largo suspiro y de tantos años sé que aquí viene la peor parte- como castigo les tocara limpiar los baños una vez por semana por todo un mes.
El calvo me debe estar jodiendo
- Señor con el debido respeto nosotros pagamos una suma de dinero para este tipo de cosas- digo con toda la inocencia falsa que puedo a ver dicho en toda mi vida.
- Y nosotros nos encargamos de que los estudiantes cumplan la lección- dice con el mismo tono de voz que use contra el
- Señor director podemos hablar en privado- dice Ryan cortésmente.
- Srta. se puede retirar y esperar en la puerta- dice el director invitándome que salga por su cara puerta.
Asiento y enseguida los dejo platicando, no puedo dejar de mirar el reloj y morderme el labio porque sinceramente estoy un poco ansiosa e impaciente por saber de qué estarán hablando. Cinco minutos después veo salir a Ryan deslumbrando una sonrisa triunfadora.
- Buenas noticias, he hablado con el director y nos bajó el castigo para dos veces en el mes.
Me quedo paralizada y sin ninguna cosa por hacer o decir
- Gracias- digo en un hilo de voz casi inexistente
- No hay de que gatita, te veo en esta semana- me guiña un ojo y acto seguido desaparece.
¿Quién es este chico?

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Beautiful Demons
Teen FictionSon dos chicos con pasados atormentados y dificiles que ninguno quiere recordar. Utilizan sus fachas de chicos malos para no ser lastimados. Ellos tienen sus demonios... Unos hermosos demonios. "Somos nuestros propios demonios y hacemos de este mu...