Capitulo 6: Las emociones son difíciles.
-----------------------------------------------------------La fastidiosa sensación de lava corriendo por sus intentos tardó más tiempo del pensado en desaparer. Como resultado del origen del daño, aún con su energía y Hp restaurados, la sensación fantasma se mantuvo durante un buen par de horas.
Tiempo que terminó siendo utilizado en meditación/dormir sentado por el pelinegro. Absorbiendo energía narural, que procesa y purifica antes de inyectarla en Amor. Eso debería hacer que la próxima vez este solo tome un poco de sus propias recervas de energía en lugar de exprimirlo por completo, y lo mantendría en un estado de "sueño" por un tiempo; suficiente para hacer las cosas que tiene pendientes estos días.
La energía residual contaminada se mantendría contenida y separada en su interior hasta que tenga tiempo de deshacerse de ella, ya fuera alimentando a uno de sus familiares o recargando la barrera de la ciudad.
"El escudo de Kuoh" como a Yoshino le gustaba llamarlo, era una de sus pequeñas precauciones que mantenían a las herederas alejadas de maldiciones que les hicieran daño.
Una barrera que absorbe y condensa la energía negativa liberada por los habitantes de Kuoh, que al juntarla con otra fuente de energía negativa, reacciona y es liberada en el ambiente en forma de energía positiva que limpia el aire y ayuda a las plantas de las cercanías. La segunda fuente debe ser recargada o la primera drenada cada cierta cantidad de tiempo por el mismo Tn, asegurándose de mantaner el equilibrio apropiado para que ocurra el ritual inverso. De lo contrario la energía negativa se escaparía, o una maldición podría nacer dentro del sello.
Lo primero había pasado más veces de las que admitiria.
Una cosa bastante compleja que le llevó un buen tiempo hacer. Tenía sus grandes fallas obviamente. Fue una creación de su yo de 12 años, y no se había molestado en mejorarla en todo este tiempo, pero su efectividad era indiscutible. Las nulas apariciones de maldiciones en la ciudad y el crecimiento del bosque de los alrededores era prueba suficiente... Aunque seguia siendo una bola masiva de energia maldita esperando estallar.
No le pagaban lo suficiente.
"... Estoy divagando..." se frotó las ojos, conteniendo a su cerebro de sumergirlo en sus pensamientos. Ignorando su injusto salario y las cosas que hacía para cumplir con el trabajo por el cual se mantenía en Japón hasta la actualidad. Se dejó caer hacia atrás rompiendo su pose de meditación.
Trabajar para los clanes Sitri y Gremory en verdad no era tan malo.
Solo debía mantener a las herederas a salvo.
La barrera se encargaba de las maldiciones, sus familiares de los monstruos de los alrededores. El propio Tn no hacía nada regularmente, solo dejar pasar el ocasional callejero para que las niñas jugarán a cazar. Claro, nada que resultará tan peligroso o que amenace sus vidas.
Aunque no impidió que ellas dejaran pasear caídos por la ciudad.
Uno podría pensar que esto también era permitido por Tn, después de todo el era el encargado de supervisar al encargado y limpiar las molestias tan rápido fuera posible. La verdad era más complicada que eso.
Una cosa era matar seres que todo querían muertos y otra a miembros de una facción.
Por muy molesto que fuera, Tn técnicamente era un"colaborador de los demonios", por lo tanto se encontró en una posición similar a las heredera; no podía tocar a los caídos sin provocar disputas entre las facciones, no sin una buena justificación.
Para su mala fortuna estos caídos resultaron ser lo bastante inteligentes para no hacer nada que justifique sus muertes.
Tambien intento expulsarlo de manera civilizada, mandando un familiar para hablar con ellos.