𝐏𝐥𝐚𝐲𝐢𝐧𝐠 𝐅𝐨𝐨𝐭𝐛𝐚𝐥𝐥 𝐚𝐧𝐝 𝐜𝐡𝐞𝐞𝐫𝐥𝐞𝐚𝐝𝐢𝐧𝐠 #Sunki

Cinco

Ni-ki no era bueno con las palabras, era más de quedarse callado y escuchar a las personas.

Cuando llegaba a tener que hablar, se ponía nervioso y terminaba saliendo su legendario vomito verbal.

Y temía de verdad que Sunoo creyera que él era un estúpido.

Como hace unos segundos cuando le preguntó si quería que su helado estuviera caliente.

Sunoo solamente sonrió y le dijo que estaba bien con cualquier temperatura pero lo prefería frío.

—Creo que los demás van a sospechar que esto está planeado si nosotros de
un día para otro confirmamos una relación, creo que estamos bien presentándonos como amigos justo ahora.

Ni-ki escuchaba atentamente a Sunoo, realmente le gustaba la forma de hablar de Sunoo, fluido, rápido y seguro. Kim era un omega inteligente, era extremadamente inteligente, uno de los mejores de su curso y con un futuro brillante.

Alguna vez lo escuchó decir que quería estudiar medicina y ser cirujano pediatra.

—¿Qué opinas? —Sunoo se detuvo al notar que Ni-ki no decía técnicamente nada. El alfa se puso nervioso al saber que posiblemente iba a equivocarse de una forma u otra. —Quiero escucharte, Nini, creo que tu opinión es importante en esto... posiblemente tienes un omega que no podrás conquistar por mi culpa.

Nunca habrá nadie aparte de ti, pensó el alfa.

—Nn-No, no estoy interesado en nadie más, ¡No estoy interesado en nadie! —rió nervioso.

—¿Seguro? Muchos omegas matarían por estar contigo.

—Muchos alfas matarían por estar contigo.

Las mejillas de Sunoo se tornaron a un color rojizo dándole una apariencia adorable.

—No exactamente, muchas veces solamente quieren divertirse y no tiene nada de malo, pero yo no soy de ese estilo. —Sunoo comió una cucharada de su helado de fresa.

—Yo tampoco. —vio hacia su vaso
dándose cuenta que su helado de limón ya técnicamente era agua de hielos. —No soy mucho de hablar con omegas en otra forma que no sea amistad o tal vez una noche, tú entiendes.

—Yo prefiero las amistades simplemente, los alfas terminan siendo territoriales a pesar de que solamente haya sido un beso, ¡incluso acepto que nunca he besado a un alfa! —rió Sunoo nervioso. —¡Wow! nunca le había confesado esto a alguien, eres una persona que me da confianza, Ni-ki.

El lobo de Ni-ki se sintió feliz al saber que el omega se sentía cómodo a su alrededor.

Continuaron su tarde hablando de trivialidades.

Con Ni-ki perdiendo lentamente su vomito verbal cuando se empezó a sentir en confianza con Sunoo, con este riendo de sus pésimas bromas y dándole consejos acerca de lo que que puede hacer para que la bibliotecaria deje de odiarlo.

Al mismo tiempo descubrió que Sunoo no solamente es hermoso, inteligente y seguro de sí mismo, sino que es increíblemente empático y bueno con los niños, tenía tres hermanas menores.

Los dos salieron de la heladería dándose cuenta de que el sol ya se estaba escondiendo y la brisa veraniega de la noche estaba empezando.

Sunoo se veía adorable con su suéter amarillo pastel y su falda blanca, y la delicada luz del atardecer lo hacía ver cien veces más hermoso.

Sunoo sabía que era atractivo.

Era un omega dulce con olor a malteada de fresa y una apariencia agradable a la vista —muy agradable a la vista de Ni-ki pero igual era amable y divertido, tenía una personalidad delicada pero extrovertida.

Ni-ki podría escuchar a Sunoo todos los días sin aburrirse.

Al llegar a casa de Sunoo, Ni-ki acompañó al omega hasta su puerta.

—Llegaste a salvo a casa y yo soy el mejor novio falso. —sonrió Ni-ki.

—Si, te recomendaré con mis amigos omegas cuando terminemos esto. —Sunoo bromeó.

Ni-ki no quiere otro omega, Ni-ki quiere a Sunoo.

—Nos vemos mañana.

Sunoo asintió y le dió un beso en la mejilla. —adiós, Nini.

El alfa sonrió y vió como él omega entraba a su casa.

Al llegar a su auto condujo hasta la esquina alejada de la casa de Sunoo y se detuvo un momento.

—¡Si! ¡Si! ¡Si!