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El asunto con Jeno no pasó más allá de una larga plática entre Irene y los padres del infante, porque a final de cuentas, ninguna parte estaba enterada de su fuerte alergia.

Al siguiente día del incidente, descubrieron que había ingerido dichas semillas gracias a Jaemin, que llevaba unas galletas con trozos de almendras. Claramente, lo hizo con la única intención de compartirle a su amigo, por lo que cuando regresaron a la escuela, Jaemin no dejaba de llorar pensando que él era el culpable.

Tiempo pasó y las vacaciones de diciembre se acercaban. Kun pensaba en lo que podía regalarle a sus alumnos antes de que su descanso iniciara y que no todo fueran pequeños trabajos que tenían que entregar para cuando regresaran a clases.

- ¿Amor, en qué piensas? - sintió un leve apretón en su mano. Lucas acompañaba a Kun mientras  compraban ropa y otras cosas.

- Estaba pensando en lo que le regalaré a los pequeños por las vacaciones... ¿tú qué crees que pueda darles?

- Supongo que ¿dulces? Conozco unos que están deliciosos y tienen la mitad de azúcar que los normales

- Pediatra tenías que ser... pero sí, me interesan. Y es que, está claro que les daré dulces pero siento que eso no es suficiente, ayúdame porfi.

- Bien, ya pensaremos en algo. ¡Mira! No tengo una chaqueta parecida, ven, acompáñame.

Lo arrastró a aquella tienda para que le ayudase a escoger alguna chaqueta. La temporada de frío había llegado y tenían que estar lo suficientemente abrigados.

Después de comprar un par de prendas y de muchos sonrojos de parte de ambos por cumplidos del contrario, decidieron pasar a tomar algo.

- ¿tienes hambre? Pide lo que quieras, yo invito - dijo Lucas mientras ayudaba a Kun a quitarse la sudadera que traía.

- Esta vez yo invito, y nop, no tengo hambre, desayunamos tarde hoy, ¿tu quieres algo? - se sentaron a lado de un gran ventanal, la cafetería estaba en lo alto del pueblo, la vista era muy bonita.

Cuando ambos tenían sus respectivas bebidas, Kun notó que Lucas estaba algo nervioso.

- Hey, cariño, ¿qué pasa? - tomó su mano por encima de la mesa.

- Quería preguntarte algo - acarició los nudillos con su pulgar. - Verás, he estado hablando con mamá, le conté sobre ti, sobre nuestra relación... y estos últimos días ha estado insistiendo en que debería llevarte a conocerla o dejar que ella venga...T-tú, ¿quieres?, es decir, ¿estás de acuerdo?.

Kun dejó a un lado la taza que tenía y llevó su mano hacia el agarre que tenían, dejando la mano de su novio entre las de él y sonrío. Sin duda su novio también tenía ese lado infantil.

- Lucas... ¿eso te tenía nervioso?. Sabes que amaría ver en persona a tu mamá, has hablado de ella tantas veces que hasta siento que la conozco... no te preocupes por eso, estoy dispuesto a ir o puedes traerla a casa, con lo que decidas estoy bien.

- Amor, y-yo... gracias. - la alarma de su teléfono desvió su atención - es hora, vamos o llegaremos tarde y nos matarán.

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- ¡Yaaa! Dime a dónde vamos, o voy a gritar - Taeyong sacudió la bufanda que Jaehyun traía puesta, -el tonto sabe perfectamente que odio que me oculte las cosas- pensó

- No grites, ya hablamos sobre gritar en público. Camina, no estamos lejos.

- ¿Si sabes que nos estamos alejando de la civilización? Estamos en el vil bosque ¿Porqué no trajimos la camioneta? Mis pies empiezan a doler. -soltó su mano y se agachó a acomodar su calzado, pero cuando regresó a su postura, se encontraba solo - Jae - no había rastro de su novio - ¿Jaehyun? - comenzó a caminar derecho - Duraznito...- sus nervios le empezaban a jugar una mala pasada - amor... no es gracioso - caminó unos pasos más y notó una gran camino de farolas y flores rosas.

Trust Me - 《LuKun》♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora