¡Ahora besame!

Forbidden Love

Los meses siguieron, dando así el año, ambos chicos ya eran más unidos, incluso Sett logro ver a Aphelios sonreír, reír, eso para el era algo hermoso, debía admitir que se había enamorado de él, entre más paso el tiempo, ese amor se intensificó, pero el tenia miedo de decirle al lunari y arruinar aquella amistad, así que mejor permaneció en silencio, el solía arruinarlo todo, no quería arruinar ahora eso.

Aquella tarde, Aphelios estaba en la cabaña cocinando algo, tenía demasiada hambre, Sett entro a la cabaña con una flor y una canasta con zanahorias y papas, dejo la canasta en una mesa y se acercó a Aphelios, poniéndole la flor en su cabello.

+ ¿Que haces de comer?

- Algo de arroz con verduras, no tenía más, mi hermana me enseñó a hacerlo.

+ Huele bien, traje algunas papas para que me ayudes a freírlas.

- Me da miedo el aceite.

+ Bien lo haré yo, solo me ayudas a picarlas.

- Sett, últimamente me traes una flor diario... ¿Porque?

+ Veo que no la tienes, así que te traigo una, tu tradición.

- ¿Acaso sientes algo más por mi?

+ ¿Algo más...?

- Te has vuelto muy...amable, pero de más, ¿Acaso estás enamorado de mi?

Sett al oír aquello se quedó perplejo, aún así mejor fue a la mesa y se sentó, cubrió su rostro y suspiro.

+ ¿Que cosas dices Phel? Yo no estoy enamorado de ti, solo me gusta que tú tradición siga...si eso.

Aphelios dejo de cocinar y se acercó a Sett, le tomo de la barbilla y le alzo la mirada.

- Ve por los platos, ya vamos a comer.

+ Claro.

Sett se levantó y fue por un par de platos, los puso en la mesa y Aphelios sirvió la comida, ambos se sentaron y empezaron a comer, aunque Sett no dejaba de mirar de reojo el rostro de Phel, aunque este no lo notará, al finalizar, Aphelios recogió los platos y los fue a lavar, mientras que Sett barría, Aphelios en eso se sintió algo extraño, termino de lavar los platos y se sentó, Sett miro eso pero lo ignoro, aunque Aphelios ahora sí empezó a quejarse, Sett escucho eso y fue con el.

+ ¿Estás bien..?

- Si...

+ Alza tu cara.

Aphelios alzo su rostro y Sett noto que estaba algo sonrojado, le tocó su frente pero nada.

+ No tienes fiebre.

- No...es raro.

+ Debes descansar, ven te acompaño al cuarto.

El chico acepto la ayuda y caminaron ambos al cuarto, dónde se acostó y solo se tapo con la sábana.

+ ¿Quieres que te traiga algo?

- No...solo quiero dormir, me siento extraño.

+ Tu descansa, hoy no iré a casa, me quedaré a cuidarte.

- No es necesario, tu tranquilo.

+ Solo déjate cuidar.

Aquella noche fue así, Sett y Phel dormían juntos sin problema alguno, aunque Phel esa noche se sentía muy incómodo, eso fue raro, a la mañana siguiente, Phel solo sintió que estaba húmedo su pantalón, se sorprendió un poco y se levantó, mirando que Sett aún seguía dormido, se puso su chamarra y sus zapatos, fue a la cocina y cocino algo rápido para dejarle a Sett, este rápido salió de la cabaña y corrió a la aldea, al llegar fue con su hermana, tenía muchas dudas.