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Las jornadas de clases en la prestigiosa academia número uno en Japón, la U.A, se dice que son las mejores a la vez de tener gente que pueda esculpir a los proximos heroes de esta sociedad.

Y aveces estos proximos heroes tienen problemas actuales donde no encuentran solución alguna.

Esa era la situación de Momo Yaoyuruzu, una chica la cual su familia entraba en el saco de las personas más adineradas y importantes de Japón.. Quizás hasta del mundo.

Pero como dicen, el dinero no compra la felicidad, y todo con ello se vuelve monotono.

Ella sentia que le faltaba esa chispa en su vida, una emoción, un momento... Una persona, cualquiera de esas cosas que la hagan sentir emocionada.

Esta claro que ella si siente emoción por algunas cosas, pero lo que quiere es una emocion nueva, llena de sorpresas.

Pero eso no es algo en lo que centrarse por ahora, las clases apenas van a su mitad y ahora estaban en su descanso.

Una hora y media de descanso era lo que Aizawa les propuso y la clase acepto, era un ganar ganar de ambas partes.

¿Pero qué haras por una hora y media sin aburrirte? Algunos solo estaran con sus amigos o dando vueltas por los alrededores de la academia.

No era el caso para la azabache, está se encontraba en la biblioteca, mientras leia un pequeño libro que traia casi todos los dias.

"Escape del infierno administrativo" ese es el titulo de la obra que actualmente cautivo a la azabache.

Ella se consideraba afortunada, la biblioteca no tenia muchos estudiantes por ahi, asi que tenia una buena soledad para deleitarse con la obra literaria.

-E-Ese es un buen libro..-

Su mirada se aparto de las letras de hoja amarillenta para vizualizar a un chico castaño que la miraba de forma nerviosa.

-Sí que lo es, me sorprende que vengas aqui, ¿tienes alguna afición a la lectura?-

Un pequeño tono de curiosidad inundaba las palabras de la chica, viendo con detenimiento al chico que se habia sentado al frente de ella.

-A-Algo... Me atrae un poco..-

El chico observó una pequeña pila de libros, quizás un par, al costado de la azabache, hubo uno que reconocio pero a la vez le sorprendio al ver que ella leia ese titulo.

-Ya veo.. Puedes quedarte si gustas, solo no pertubes mi paz, por favor-

Ella tenia esa pequeña sonrisa que erradiaba un aura de amabilidad, de cierta forma al chico le encantaba que ella sea asi.

Casi no han tenido interacción entre los dos, pero si se llevan muy bien a pesar de esa situación.

La azabache no despegaba su mirada de las hojas del libro que leia calmadamente, articulando unas palabras que tensaron al chico.

-¿Por qué me observas tanto?-

Ese tono de tranquilidad y la ausencia de la mirada del azabache posada en el chico hizo que él se tensara.

-N-No me malinterpretes... Me llama la atención lo que tienes pendiente..-

-Ya veo... Dime la verdad, ¿exactamente por qué estás aqui?-

El Arte De Tu CreaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora