El contraataque de la hija rica gordita

capitulo 75

Song Jiaren se volvió para mirarlo y dijo en estado de shock: "Joven maestro Jiang".

Jiang Zhe la presionó contra la pared y dijo con fiereza: "Ya que te atreviste a engañarme la última vez, debes estar preparado para aceptar tu castigo".
Song Jiaren fingió tener miedo y dijo apresuradamente: "Lo siento, joven maestro Jiang. Te estaba esperando la última vez, pero mi padre de repente se enfermó. Tiene erupciones en todo el cuerpo y tiene dificultad para respirar. Su cuerpo está cubierto de manchas blancas. Fui a tratarlo".

Jiang Zhe la empujó hacia los guardaespaldas y estaba a punto de recompensar a esta mujer cuando escuchó lo que dijo claramente. Él tiró de ella hacia atrás y le preguntó: "¿Qué le pasa a tu padre?"

"Yo tampoco lo sé. Siempre ha sido una enfermedad muy extraña, pero encontré una manera de tratarla", dijo Song Jiaren mientras arreglaba su ropa.

"¿Eres médico?" Jiang Zhe preguntó sorprendido. Los síntomas que mencionó fueron exactamente los mismos que los del Viejo Maestro Jiang. Hoy, el médico declaró que el viejo maestro Jiang no tenía remedio, por lo que vino aquí a beber para desahogarse. No esperaba recibir una sorpresa tan agradable.

Song Jiaren asintió tímidamente.

Jiang Zhe se rió a carcajadas y la crueldad en su rostro desapareció. Le arregló suavemente el cabello y dijo: "Debo haberte asustado hace un momento. Estaba un poco preocupado cuando no te vi la última vez. Pensé que te había pasado algo. Cuando te vi de nuevo, momentáneamente perdí el control".
Song Jiaren reveló una mirada tímida y negó con la cabeza. "Lo sé."

Jiang Zhe quería llevarla a tratar al viejo maestro Jiang ahora, pero pensó en algo y se calmó. Él dijo: "Consigue a alguien que te envíe de regreso al hotel primero. Te recogeré mañana. Tengo un favor que pedirte. Después de que esté hecho, me casaré contigo.

"¿En realidad?" Song Jiaren preguntó sorprendido.

Jiang Zhe asintió afirmativamente. Luego, envió a alguien para que la enviara de regreso y se fue a toda prisa.

Song Jiaren miró al guardaespaldas a su lado. Sabía que Jiang Zhe los había hecho quedarse atrás para monitorearla, pero ¿y qué? Todo el asunto estaba en sus planes.

Justo cuando estaba a punto de irse, una voz la detuvo. "Señorita, ¿ha olvidado algo?"

Miró hacia arriba y vio al hombre al que acababa de detener. Ella lo miró. Ella casualmente había agarrado a un hombre hace un momento y no había mirado su rostro en absoluto. Ella no esperaba que él fuera en realidad el desaparecido Yan Cheng.

No pudo evitar mirar sus piernas. ¿Por qué estaba aquí? ¿Se habían recuperado las piernas?

Varias preguntas aparecieron en su mente, pero claramente este no era el momento de preguntar. Miró a Yan Cheng. La mirada de Yan Cheng era muy fría y ni siquiera le importaba la mirada suplicante en sus ojos.

Antes de que pudiera abrir la boca, Song Jiaren dijo rápidamente: "Deja de molestarme. Seré la mujer del joven maestro Jiang en el futuro. Ya no tengo nada que ver contigo.

"Vamos", ella, sin atreverse a mirar la expresión de Yan Cheng, dijo a los guardaespaldas nuevamente.

'Cuando salió del bar y vio que Yan Cheng no había salido, dejó escapar un suspiro de alivio. Realmente tenía miedo de que Yan Cheng se enojara y se la llevara sin cuidado.

Tan pronto como regresó al hotel, escuchó un sonido en la ventana, como si algo hubiera golpeado la ventana. Caminó hacia la ventana y miró hacia afuera, justo a tiempo para ver a Wen Qing de pie abajo tirando piedras arriba. Las comisuras de los labios de Song Ren se torcieron. No es de extrañar que no la persiguiera
. Él había venido a buscarla directamente.

Miró el auto negro detrás de Wen Qing. Aunque no podía ver claramente a la persona que estaba dentro, podía sentir una mirada observándola. Song Jiaren suspiró y abrió la ventana para ver que no había nadie abajo. Trepó ágilmente por las ventanas de las habitaciones de cada piso y bajó las escaleras.
Todavía había un grupo de guardaespaldas parados en su puerta. Ella solo podía bajar desde aquí.

Tan pronto como se bajó, Wen Qing abrió la puerta del automóvil y reveló a Yan Cheng, que estaba sentado en una silla de ruedas.
Song Jiaren tenía curiosidad y preguntó: "¿Se ha recuperado tu pierna?" Luego, le tomó el pulso y frunció el ceño. El veneno en su cuerpo parecía haber empeorado, pero ¿cómo podía ponerse de pie?
Yan Cheng le permitió hacer lo que quisiera, luego la agarró de la muñeca y la atrajo hacia sus brazos.

De repente, Song Jiaren, que estaba sentado en el regazo del hombre, no pudo evitar gritar en estado de shock. Al segundo siguiente, la puerta del auto estaba cerrada. Wen Qing se subió al auto y comenzó a irse.