Al día siguiente Dieguito me despertó. Lo mire con mala cara pues él tenía una sonrisa de burla en el rostro. Me mostro el relej que estaba en la mesita de noche. Era a la 1:00 de la tarde.
Me quede helada, había dormido demasiado. No sé por qué cuando él está cerca siempre duermo demás, pero esto era demasiado.
-Eres una pastilla de dormir muy efectiva- hizo una mueca que me causo risa.
-Seguro tu cuerpo aún está cansado y estas recuperando energías- lo dijo un poco serio aunque a mí me causaba gracia su cara.
-Mi niña ya viste la hora verdad _ hice mala cara a eso.
-Así que debes saber que tienes que comer y tomar la medicina que te dio el doctor Cleid.
-ya sé, no me lo recuerdes- le conteste molesta. Quería seguir durmiendo.
Me levante de la cama de muy mala gana y pase por su lado empujándolo. Lo escuche reírse a carcajadas.
Al llegar a la cocina busque algo de comer. Encontré yogurt en la refrigeradora me serví un poco en un vaso. Luego fui por el agua fresca para tomar con las pastillas.
Al terminar él estaba tras de mi diciendo que vallamos a comer, luego de compras, para semana.
-Como digas le dije de mala gana. Pero antes voy a mi cuarto a ducharme y cambiarme de ropa y nos vamos-
El asintió, saco sus llaves y su billetera luego salimos con dirección a mi cuarto. Antes de que saliéramos él movio una mesa. Me causaba curiosidad por lo hacía. Al darme cuenta me dio risa. Detrás de esa mesa estaba la puerta que conectaba a los dos cuartos.
-Me estoy adelantando después me aras abrirla- comento divertido
-Que malo, yo nunca aria eso- se rio por mi comentario.
-ja ja ja de verdad, eso ni tú te lo crees mi niña-
Después de cerró la puerta principal de su cuarto, entramos a mi departamento. Entre, me saque mi la ropa, para estar con pudores ya era tarde. Me vio con cara curiosa y sonriente, luego se recostó en la cama. Entre a la duche rápido, salí me abrigue. Estaba haciendo frio en este tiempo.
Primero fuimos a comer porque tenía mucha hambre. No había ni desayunado por dormir tanto.
Luego fuimos a comprar. Se hizo una sola, porque obvio él iba a cocinar, para mí también. Él no dijo nada, iba hacer por las puras, así que solo pago. Todo quedaría en su refrigeradora.
Con todo las compara listas para la semana volvimos a su departamento. Por obvias razones entramos por el mío.
Se puso a ordenar todo su departamento yo solo lo observe. Pues yo solo tenía mi cómoda y mi cama. Iría a comer a la calle soy mala en la cocina además em daba pereza cocinar. Pero ahora tendré quien me cocine esto será muy divertido.
Me dispuse ayudar hacer la cena mientras tanto me acorde de la cena con mis padres.
-Dieguito mañana es mi cumpleaños y hay una cena con mis padres quiero que vallas conmigo- sonrió por lo que mencione.
-tengo opción a rechazar la oferte mi niña- me dice.
-Pues no Dieguito, solo te estaba avisando- nos miramos y luego reímos. Los dos sabíamos que siempre termina sin opciones después de una discusión conmigo.
Estoy aquí como si nada hubiera pasado. Que diría Luan, si supiera como era mi relación con Dieguito. Con lo celoso que era seguro hubieran terminado peleando.
Diego le hubiera echo chongo, solo por molestarlo. Pues entre Luan y Diego por más que ame a Luan, me hubiera puesto de lado de Diego con la excusa de que no tiene razones, para molestarse.
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EN MI CORAZÓN
RomantikEl amor es parte de la vida misma y para Tamary Jencli significa los latidos en su corazón, pero la traición de quien creía el amor de su vida la llevo a tomar decisiones respecto a su vida, aclarando su atormentado corazón que tenía a alguien más...