CAPITULO 08: AMIGOS

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Diego me miro y le contesto a mi primo con cara juguetona.

-Aunque pensándolo bien mejor que tu, no está-

- ¿Dónde se encuentra? quiero conocer a la persona valiente que se casó con un diablo como tu ja ja ja-

-Mi ángel está dentro de la casa-

-No se diga más, vamos adentro necesito conocerlo. Además, me muero de hambre mamá sheshi-

Anghelo pedía comida con la mirada a mi madre. Mamá sonrió y se adelantó. Mientras nosotros reíamos y la seguíamos a dentro de la casa. Ya dentro de la casa, Santiago el esposo de Calec, se acercó a él. Diego miraba cada gesto con cara de diversión.

-Angelito- diego se refirió a Santiago.

Santiago lo miro

-Dime como es que te casaste con este. Ya sé, te drogo-

La cara de Santiago era una interrogación, estaría pensando quien ese que le habla con tanta confianza. La cara que tenían los tres, era digna de retratar.

-Cariño no le agás caso esta loquito-

-Cariño si tu amigo está mal debes llevarlo que lo atiendan. Yo conozco a un siquiatra muy bueno le podría pedir una cita-

La cara de diego era épica. Mientras Calec, Santiago y yo nos dolía el estómago de tanta risa.

Para salvar a diego de más vergüenza, llego mamá avisarnos que pasemos al comedor el almuerzo ya estaba servido.

Papá también estaba, había salido temprano del trabajo, para poder salir todos juntos en la tarde.

Estando todos juntos disfrutamos la tarde. Viviendo momentos inolvidables, entre ellas el burlarnos de diego que ponía cara larga.

La hora paso demasiado rápido para el gusto de todos.

Al anochecer fuimos a un restaurante. Estábamos esperando nuestros pedidos, cuando trajeron una torta. Me sorprendí tanto que me quede viéndola, pero mi primo que estaba a mi lado no dejo que siga soñando.

-Tamary, yo tengo hambre así que sopla las velas o nos comemos la torta con las velas encendidas-

Era mi torta esta linda no quería tocarla y mi primo ya se la había comido con la mirada. Quería contestarte que no se comería mi torta, pero algo callo sobre mí.

-Huevos! ¡Harina! Calec, Anghelo. Yo los mato- los quería ahorca, pero estábamos en un lugar público. Me las cobrare después.

Todos en la mesa se reían que estaba echa un desastre. Hice pucheros y Diego se me acercó y me abrazo.

-Ya mi niña, no te pongas así-

Seguía con cara me berrinche aun así me fui al tocador limpie un poco. Papá me presto su saco para estar más presentable.

Después de todo el alboroto, llegaron nuestros pedidos.

-Mama, Papá, estoy viviendo con Anguelo-

A mamá se le cayó la cuchara, papá escupió el té, Anghelo volteo a verme con cara de que su día llego y moriría en manos de mis padres, mi primo estaba que reí a carcajadas pero la reacción de todos, fue toda una escena para a mí, me pareció divertido la cara de todos, hasta Santiago me miro raro ja ja ja.

-Haber hija te explicas mejor- Papá estaba haciendo uso de toda su paciencia, para no darme unas nalgas por lo que dije.

-Anguelo y yo vivimos en el mismo edificio, somos vecinos, nuestros cuartos están pegados. A una hay una puerta en medio de nuestros departamentos-

-Así que Anghelo es tu vecino. La dueña tenía razón, no era un chico malo, es más, demasiado bueno-

-No sé si preocuparme por que el abuse de ti o tú seas quien abuse de él-

-Madre!, de mi tienes que cuidar no de el-

-Apoyo a mi tía en eso, hay que tener más miedo de ti que de él-

-yo soy buena chica el malo es él- exclame

Como pude ser posible que piensen esas cosas yo soy buena niña. hice pucheros y mordí a Anghelo del brazo.

-Eso dolió- no me importo estaba molesta por que lo defendían

-Mi niña lo dicen, sola para molestarte el malo soy, cálmate si- acaricio mi cara y me di cuenta que todo se quedó en silencio

-mmm- la fingida tos de mi padre nos sacó de nuestro mundo. Estaba más calmado, pero aún no se reponía de mi broma

Antes de retirarnos mamá se dirigió a Anghelo – una disculpa adelantada por todos lo que esta niña te agá pasar-

-Mamá el malo es él- nadie me hizo caso

- No hay de que, cuidare con mucho gusto a esta niña mimada- me miro y sonrió

Saliendo del restaurante cada uno tomamos nuestros caminos. Anghelo y yo llegamos de frente a dormir estábamos cansados y mañana sería un día mas complicado.

De camino a la universidad recibí una llamada de un número desconocido. Conteste y era Luan.

-Mi amor, para broma ya fue suficiente, tenemos que hablar. Te espero fuera la universidad no tardes- termino de habla y les conteste –Luan yo fui clara y no me esperes- le corte

Sin saber que la respuesta que le di a Luan sería el desenlace de momentos de mal gustos, mi día transcurrió tranquilo.

La tarde llego y con ella una llamada de mi padre.

-Hija el padre de Luan llamó. Quiere que reconsideres tu relación con su hijo-

- ¿Que le contestaste padre? - pregunte

-Bueno hija eso depende ti si deseas o no regresar con él. Le dije eso a Andrés-

-Gracias papá- no iba a regresar con Luan menos ahora, que había nuevos latidos en mi corazón-

Corte la llamada con papá

Fui a la cocina. Encontré a Anghelo haciendo el jugo que le pedí. Lo abrace desde atrás

-Nunca te dejare. Quien me cocinaría mis gustos-

-Nunca me sueltes mi niña- Él se dio la vuelta me beso y abrazo

-Que paso cariño que te dijo tu papá-

Le conté todo. Siempre fue así un libro abierto

-Ten cuidado mi niña Luan no es di fiar, algo ha de hacer para intentar recuperarte.

Cuando fuimos a dormir, le conté la razón por la que terminé con Luna

-Me lo imaginaba- solo me abrazo y ahí me quede en sus brazos reconfortantes y cómodos

Un mes pasado, pero se podría decir que fue estresante no solo por las clases. Luan se había puesto insoportable tratando de hablarme por todos los medios posibles.

Estaba molesta, con la situación. Me aleje de nuestros amigos. se tornó incómodo estar juntos, más si estábamos Luan y yo presente.

Anghelo, con la excusa de sus cursos empezó alejarse también. Lo llevaba conmigo a casa de mis papas o la calle, para almorzar.

Este semestre definitivamente era pesado tanto para Anghelo como para mí y lo último que necesitábamos era más problemas que tengan por nombre Luan.

Estaba metida en mis pensamientos en mi cama cuando escuché sonar mi celular. Era una llamada de Anghelo.

-Mi niña estas en el departamento-

-Si- paso algo Anghelo-

-Luan- escuchar ese nombre ya sabía que era sinónimo de problemas.

-Que hizo esta vez-

-Está regando la noticia que estas embarazada- por poco y me caigo de cama. Era lo más absurdo que alguien podía escuchar.

-Embarazada de el-

-¡Que! 

EN MI CORAZÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora