47. MUDANZA

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Nada tiene sentido, siempre he vivido una gran mentira, hay alguien detrás de todo este problema, después de dejar la casa de mi madre, salimos con los chicos, aún no podíamos creer, todo lo que nos dijo es una locura

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Nada tiene sentido, siempre he vivido una gran mentira, hay alguien detrás de todo este problema, después de dejar la casa de mi madre, salimos con los chicos, aún no podíamos creer, todo lo que nos dijo es una locura.

- Gracias chicos- les digo, realmente nunca lo hubiera logrado sin el apoyo de cada uno de ellos, no puedo creer que me olvide de todos.

- Si, aunque aún puedo quitarte a tu novia soy más guapo – se ríe Alberto

- Y ya sabes cómo vas a actuar con tu padre – me dice Cris

- Tengo que seguir metido en el papel de Gabriel, hasta acabar con esa familia.

Mi pequeña me toma el brazo- Liam, y si comenzamos algo nuevo juntos lejos de todo eso- me dice con los ojos brillosos.

- No te entiendo, escuchaste lo que hizo mi padre

- Si lo sé, pero regresaste a mi después de 4 años, y no quiero volver a perderte, además no se si el sea capaz de todo eso, tal vez existe una explicación.

- No me perderás, confía en mi- La tomó de la cara y le doy un beso

-Bueno mejor nosotros nos vamos, estos tortolitos me empalagan- Alberto se despide, dando besos al aire.

- No seas odioso Alberto- le dice mi pequeña

-Así me amas pequeña

Después de ello nos despedimos de los chicos, subimos en mi coche, durante el camino a mi departamento la veo preocupada, coloco mi mano sobre su pierna, vaya que es hermosa mi prometida, si por mi fuera me casara este momento con ella, sin embargo, en este momento surgieron acciones que debe de tomar, al llegar, subimos por el ascensor hasta mi departamento, es la primera vez que ella viene aquí, aún recuerdo cuando vivíamos juntos.

lo mejor de las noches que dormía junto a ella era poder despertar viendo esos ojos azules, que me enamoraron desde el primer momento, no puedo entender que perdí 4 años, ahora sería mi esposa.

- Amor, no sabes cuanto te extrañe- me dice mientras recorre con su mirada mi departamento.

- No creo que más de lo que yo lo hice

- Se ríe- mi pequeña

- ¿Por qué la risa? - le digo mientras la acerco a mí, y levanto su cara con mi mano

-Como me extrañabas, si no me recordabas- dijo con un matiz de tristeza en su voz

- Esta bien entiendo el punto, pero sentía un vacío en mi interior, desde que te volví a ver todo es mejor

- Aunque no es suficiente – se escuchaba triste, odiaba provocar eso, sin embargo, como podía olvidarme de todo lo sucedido

- ¿Por qué lo haces?, tu mejor que nadie deberías entenderme, sabes todo lo que perdimos Isabella, fueron 4 años- le digo enojado

Mi chico maloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora