Enamorarse del chico malo del instituto, seria un reto pero estoy dispuesta a arriesgarme a salir lastimada, más aun cuando vives con el
Cambiarme de ciudad para terminar el instituto, supongo que deseaba un nuevo inicio, al vivir con mis tíos despu...
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Todo esto es demasiado desgastante, desde la llegada de esa pequeña fiera a mi departamento, mi vida está fuera de rumbo, bueno nunca lo a estado, sin embargo ella provoca algo en mi, y eso me tiene molesto, no puedo creer, a la salida veo como sale Isa con el idiota de Cristian, lo cual me molesta, me digo a mi mismo, que eso no me molesta, pero claro que me preocupo, intento creer que es porque quiero molestarla, no es nada más, ella será mi nuevo juguete.
Pero no puedo seguir viendo lo bien que se llevan, además cuando lo mira le brillan los ojos, que mierda pasa conmigo, a mi no me interesa ninguna chica, y menos esta que solo se mete en mi vida, mi departamento, con sus estúpidas reglas, las cuales las puso en el maldito refrigerador, como una señal de que ahora mi casa ya no es mía, aquella que con esos ojos azules se preocupa por mi, debe estar loca por acercarse a mi.
Como un maldito acosador, sigo cada uno de sus pasos con mi mirada clavada, esa mujer me vuelve loco, por la dirección que toma, van de camino al coliseo, salgo de mis pensamientos cuando, escucho que los chicos empiezan a llamarme por mi nombre
- Llamando a la tierra a Liam - me dice Antonio
- ¿Qué pasó? - replicó molesto
- No lo sé estábamos hablando y después solo, te quedaste viendo a esa niña- Fabrico dice señalando hacia la pequeña que me vuelve loco
- No bro, no me digas que te gusta- dice sorprendido Alonso
- Por eso ayer no dejaste que la moleste
- No te voy a negar que está buena- dice Alonso mientras se ríe
- No es nada de eso, yo nunca me enamoro - replicó, doblando en mi mano la lata de refresco que tenía en mi mano.
- Digamos que te creo- me señala Alonso
Eduardo me abraza- Pero parece que se encuentra bien acompañada
- No molesten no les interesa- intento adelantarme, pero enseguida me alcanzan
- El viernes es la pelea, estas listo- me dice mi amigo mientras pasa su brazo por mis hombros
- Nací listo, sabes que a mi nadie me gana
-Me dijeron que las apuestas son grandes- veo la sonrisa de Fabricio al decirlo, después de todo él está a cargo de las mismas
- Todos iremos a apoyarte el viernes amigo- dice Eduardo mientras juega con su patineta
- Ya saben que ganaremos, después de todo no existe nadie que pueda ganarme
Como ya terminamos clases, no teníamos nada que hacer, por lo que Fabricio nos invitó a su casa, todos aceptaron enseguida, seguro solo van a jugar videojuegos, sin embargo era imposible sacarme de la cabeza a esta pequeña fiera, siento que la cabeza me va a explotar, no podía quedarme quieto tenía que hacer algo, así que les dije que se adelanten, sé que sospechaban, pero a mi nadie me dice nada, aún ellos me tienen miedo.
