(Notting Hill- 10 de Octubre del 2027)
-¿Estás bien?
-Si...
-¿Seguro?
Me quedé en silencio esperando una respuesta, que nunca llegó, así como las miles que tenía y de las cuales no sabía que pensar.
Estábamos en el barrio Notting Hill, al norte, alejados de lo que era Hammersmith y Chelsea respectivamente. Pronto sería mediodía y el clima no podía ser más frío en esta época del año. El otoño había llegado así casi dos semanas y los primeros días lluviosos comenzaban hacerse notorios mientras que la ciudad adquiría un ambiente mucho más nublado y a la vez, anaranjado, convirtiendo la capital británica en la viva imagen de un cuento de hadas.
De todas las etapas, está era la que menos disfrutaba por lejos y no precisamente por el frío, el cual te obligaba a usar abrigos para resguardarte de las temperaturas bajas, sino porque los días se volvían mucho más lúgubres y tristes productos de las lluvias y precipitaciones constantes que duraban hasta diciembre, aunque de vez en cuando habían algunos que otros días soleados.
-¿Dónde estamos?- pregunté luego de un rato largo en donde estuvimos en silencio cruzando por varios callejones transversales.
Las calles por esta zona eran pequeñas y al mismo tiempo de las mejores cuidadas que había visto hasta ahora. No había muchos apartamentos ni edificios altos, muy por el contrario, todo eran pequeñas casas, comercios, algunas iglesias y restaurantes y como no podía ser de otra manera, los Pubs característicos de los barrios londinenses que nunca pueden faltar. Me parecía todo muy bonito y colorido, nada que ver con las enormes infraestructuras de nuestro barrio que daban la sensación de ser un lugar fuertemente industrializado y si no fuera porque no tenía dinero suficiente para pagarme un apartamento para, hubiera agarrado mis maletas y me hubiera mudado enseguida.
Dimos otra vuelta y quedamos de frente a un cruce peatonal. A la distancia se podían ver algunos conjuntos residenciales cerca de un pequeño parque local contrastando con los comercios de venta de ropa y comida que estaban a nuestro alrededor. Trataba de ubicarme pero nunca había estado aquí, así que me era imposible saber exactamente hacia donde estábamos yendo y comenzaba a desesperarme por eso.
-Mario ¿qué sucede?- pregunté tomándolo del brazo antes de que el semáforo cambiara a verde- ¿no puedes decirme al menos a que venimos aquí?- lo miré directamente a los ojos esperando a que hablara o mínimo hiciera algo.
Pero no hizo caso a mi suplicas y mantuvo su mirada lejos de la mía. Algunas personas pasaban a nuestro alrededor tratando de no chocar con nosotros dado lo estrecho de la acera, por lo que no me quedó de otra que soltarlo y dejarlo continuar mientras me preguntaba, ¿qué demonios le ocurría?
Todo era confuso para mí, por no decir frustrante. Mario nunca se había comportado de esta forma en todo el tiempo que llevaba viviendo con él, no recordaba siquiera un día en donde lo haya visto triste y muy ausente como ahora. De cierta forma, era preocupante.
Lo curioso era que durante la semana, podía dar fe que él estaba bien, muy sonriente, incluso más de lo normal, pero sabía que eso se debía a su novia a quién por fin había visitado luego de casi 3 semanas sin verse. Sin embargo, ayer por la noche luego de mi jornada laboral, poco supe de él, no llegó a saludarme como siempre hace, en realidad no salió de su habitación hasta después de las 11 cuando aún estaba despierta y escuché sus pasos hasta la cocina. Estaba segura que fue a prepararse algo para comer ya que de hecho, nunca cenó con nosotras.
Mariana había mencionado cuando le pregunté si ella sabía algo, que él recibió una llamada tan solo 5 minutos después de su llegada. La conversación fue breve, pero luego de que terminara, no dijo nada, ni siquiera mencionó quien había llamado, tan solo colgó el celular dejándolo encima del sofá y se encerró en su habitación sin dar una explicación. También dijo que no reconoció el número, pero que por el código de llamada, era extranjero.
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Between Us
RomanceUna amistad de mas de 21 años entre dos chicas se pone a prueba después de mucho tiempo, el amor esta tocando incesante a su puerta, pero parece que el eco no es lo suficientemente fuerte. Sera su amistad tan fuerte como para superar los malentendid...