Ya habían pasado dos años desde esa charla en el hospital y las tantas promesas que le había hecho el Séptimo Hokage se estaban cumpliendo al pie de la letra.
¡Era cierto cuando le dijo que era un hombre de confianza! Aunque era una lástima, al pelinegro le interesaba la idea de darle una buena sesión de golpes.
《 ✮ 》
Después de que Kawaki se recuperará de su débil condición, tras estar postrado la cama de esa sala blanquecina, como por dos semanas, Naruto le explicó que ahora viviría junto a él y su familia. Al menos por un tiempo, hasta que los ancianos del consejo de la aldea dejaran de sospechar de él.
Obviamente, se negó desde un principio. Prefería arreglárselas él solo, antes que estar en contacto con otras personas.
Aunque si la situación hubiese sido otra... si se le hubiera propuesto estar viviendo únicamente él con el Séptimo, podría haberlo aceptado luego de la primera insistencia del Hokage. Él ya era alguien en quien confiaba... debido a que en las semanas que estuvo postrado en cama, el único que estuvo a su lado, divirtiéndole con chistes estúpidos y apoyándole en sus mejorías fue Naruto.
El tener que estar cerca de la esposa y peor, de los hijos pequeños, no le parecía buena idea, es más, se irritaba con tan solo pensarlo.
Lamentablemente, no pudo seguir negándose por mucho más tiempo, por lo que aceptó fastidiado luego de ver la expresión suplicante del oji-celeste. Se veía tan patético y... un poco atractivo.
En las primeras semanas de vivir en un nuevo hogar, ya por fin en uno normal, le fue muy complicado congeniar con la familia. Kawaki no tenía suficiente experiencia interactuando con gente que no quería golpearlo o maldecirlo.
Esto se le hizo más complicado, más que nada, con el hijo mayor de la familia, Boruto. Él se veía y se comportaba similar al Séptimo, aunque claro, no le llegaba ni los talones.
La primera impresión que tuvieron el uno del otro fue negativa, realmente comenzaron con el pie izquierdo, y de una gran manera...
Boruto había gritado "¡Ahí vino el ladrón!", al verle en la puerta de la casa el primer día ¡Vaya forma de saludar a un invitado!
Y su humor empeoró cuando notó como la mano de su padre estaba tomando afectuosamente el hombro del oji-gris. Eso solo lo hizo enfurecer más y le gritó más improperios. Su madre y hermana intentaban calmarlo, pero él no les prestaba atención.
—¡¿Acaso este maldito no tiene a un amoroso padre para que lo moleste a él y no a ti?!
El ataque de Boruto en vez de estar dirigido únicamente a Kawaki, también estaba dirigido al Hokage. Había que aprovechar los pequeños momentos en que volvía a casa.
—¿¡No crees que deberías arreglar tus problemas familiares antes de traer a alguien de la calle para que lo cuidemos?! ¡Por qué tú no lo harás!
Esa fue la gota que derramó el vaso de la, de por sí, poca tranquilidad del oji-gris.
Kawaki, claramente, no se iba a quedar callado después de recibir, de a gratis, tantos insultos de alguien más joven y débil que él. Utilizó su amplia baraja de malas palabras y le respondió de la peor manera posible.
No le sentó bien saber que el Séptimo estaba mirándolo actuar así, ¡Pero su hijo había empezado primero la pelea, no podía reprocharle nada!
Naruto trató de calmar a los adolescentes, no debían portarse así en su primer encuentro. Ya no tenían la edad para actuar así de estúpidos, pero parecían no escucharlo, su voz no llegaba a ser oída entre tantos gritos de insultos.
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Primeras Experiencias | Kawanaru
FanfictionKawaki no tuvo la oportunidad de experimentar muchas cosas, culpa de su terrible infancia, así que no sería raro que no entiendese los nuevos comportamientos del Séptimo Hokage hacia él. ¿De verdad Naruto se le estaba insinuando o solo estaba confun...