CAPÍTULO VII

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"MaryAnne"

Después del desayuno, Kyrie llamó en privado a MaryAnne a la habitación. Entró corriendo a la habitación con una sonrisa y preguntó:

"¿Hago té, jovencita?"

"No hay necesidad. ¿Te gustaría sentarte un minuto? Quiero preguntarte algo."

MaryAnne se sentó en el suelo con los ojos bien abiertos.

Kyrie le dijo repetidamente que se sentara en la silla, pero ella siempre insistía en sentarse en el suelo, por lo que Kyrie desistió de persuadirla.

"Lo que mencionaste ayer..."

"¿El dia de ayer?"

"Dijiste algo muy alarmante".

Miró en la otra dirección y puso los ojos en blanco.

"MaryAnne no quiere hablar de eso, jovencita".

"... Creo que vi 'Eso' ayer".

MaryAnne de repente se puso severa.

"¡¿Viste 'Eso' ?!"

“Sí, creo que sí. Al menos descubrí que no es como otras personas”.

Ella comenzó a temblar. Esto hizo las cosas más complicadas para Kyrie.

¿Qué diablos es ese tipo de reacción?

"¿Hablaste con 'eso', jovencita?"

"Realmente no. Sentí que nuestros ojos se encontraron”.

"¿Abriste la ventana, jovencita?"

"No lo he hecho desde que me dijiste que no saliera".

Ella no quería abrirlo.

"Por casualidad, ¿hiciste algún ruido?"

“Me vio a pesar de que estaba parado”.

A pesar de todas las preguntas difíciles, Kyrie pudo responder sin sospechar nada. Sabe que MaryAnne no tiene malas intenciones. Sólo está ansiosa por nosotros.

Después de escuchar la respuesta de Kyrie, MaryAnne abrió la boca y suspiró profundamente.

"¡Nunca debes salir, es muy peligroso!"

"Hablando de eso, ¿qué diablos fue esa cosa?"

¡MaryAnne no lo sabe! Pero es aterrador… Nunca había visto algo así antes…”

Estaba ansiosa de que la conversación no terminara bien. Como tenía más trabajo que hacer, le dijo a Kyrie una cosa más antes de salir de la habitación...

“¡Nunca, nunca salgas de tu habitación!”

Y debido a esto, Kyrie se aburrió.

Sería mucho más agradable si el paisaje fuera mejor, pero este pueblo no puede satisfacerla.

Kyrie solo podía leer los libros que le llevaban a su habitación y respondió a la carta de Laura. Nada mas.

Durante la hora del almuerzo, el guía llamó a la puerta. Kyrie estaba encantada ya que se moría de aburrimiento.

"¡Adelante!"

Saludó a Kyrie y se inclinó hasta que su nariz llegó a su rodilla.

"¡Mujer joven! Estoy aquí para pedirte perdón… pero no creo que pueda empezar de inmediato debido a la fuerte nevada…”

"Ya me lo imaginaba."

"Será una molestia, ¿no puedes soportarlo por un día o dos?"

“Si no estoy de acuerdo, ¿hay otra solución?”

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