Sólo mío (Sunki)

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—¡Juro que te mataré Nishimura Riki!
¡Maldito imbécil insolente sin consideración hacia los demás! --el pelinegro gritaba por toda aquella habitación--

—Sólo fue una bromita Jayjay --dijo burlándose--

—Bromita mis nalgas maldito estúpido.
¡¿Sabes los días que pasé pensando que no sobrevivirías?! --gritó exasperado--

—Lo siento Jay...sólo quería mejorar el ambiente --se disculpó pensando mejor la situación--

—...¿qué haré contigo mocoso malnacido? --suspiró para acercarse y abrazar al pelinegro,liberando un gran peso de encima y de alguna forma,soltando el aire que llevaba reteniendo durante todas estas semanas--

Se sentía bien abrazarlo...se sentía cálido y de alguna manera seguro.
Sonaría cursi y algo raro para el que los escuchara o viera...pero como las personas a su alrededor decían...ellos eran como la uña y la mugre...inseparables.

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Sunoo por fin pudo suspirar con alivio y...aunque no lo admitiera,con cierta felicidad.
Estaba vivo,si,dios...estaba vivo...no le pasó nada malo.

Estaba feliz,sí...claro que estaba feliz.
Omitiendo el hecho de todo lo que ocurrió y de lo que sufrió por causa del menor...muy en su interior sabía que lo amaba,con la misma intensidad que hace varios años atrás...

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—¡sorpresa! --gritó alzando las bolsas de plástico que llevaba en cada mano--

—Y...¿eso tú tan alegre? --cuestionó el menor extrañado--

—¿Ahora no se puede celebrar? --habló recostándose en el sofá de aquel lujoso apartamento--

—Si...ya --respondió simple el pelinegro,suponiendo el motivo de su evidente felicidad--

—Bueno...¿celebramos o n-...--fue interrumpido por la entrada del castaño que esparcía un aura enojada,visiblemente molesto.
Quien tomó una de las botellas dejándola por la mitad luego de beber sin un respiro--

—Uyy...al parecer alguien amaneció Mr. Cabreado --mencionó con burla--

—Vete a la mierda Yang...que te den --respondió más molesto que antes--

—Amm...bien...porqué no vevemos un poco y platicamos de algo que no esté relacionado con lo que ya saben --sugirió el pelinegro tratando de aliviar el ambiente--

—Por mí bien --respondió el de oyuelos para dirigir su mirada al castaño...no obteniendo respuesta alguna,más que verlo terminar lo que quedaba de líquido el la botella--

Un día diferente sin lugar a dudas...

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—~~Es un imbécil...si sólo supiera cuanto lo odio...se cree mucho con los trajes esos de alta costura..parece sardina enlatada...maldito pinocho~~ --se quejaba el castaño,recordando el suceso de esa mañana--

—Todos los hombres son iguales...insufribles,infelices de cuarta que no sirven para más nada que no sea meter y sacar --también se quejaba el de oyuelos,recordando incoscientemente a su pelinegro--

—Oye...nosotros también somos hombres,que nos guste tener cosas dentro no cambia la naturaleza...verdad Su-...¿Sunoo?

El nombrado estaba profundamente dormido en el sofá,con baba saliendo de la comisura de sus labios.
Realmente se habían pasado con la bebida.
Estaban bebiendo desde la mañana y ya casi era media noche,y por suerte o desgracia...de los tres,Sunoo era el de menor resistencia al alcohol.

—Asqueroso --murmuró el castaño--uyy...la naturaleza llama --corrió rápido hacia el baño dejando a Yang solo en la sala,con un montón de recuerdos en su cabeza--

Jay...una vez más Jay.
Siempre se preguntó porqué después de tantos años el pelinegró aún seguía en su cabeza como un recuerdo permanente imposible de borrar.
Odiaba eso...odiaba no poder olvidarlo o simplemente pasar página.
Y siempre que bebía...en vez de olvidar,era como si los recuerdas se intensificaran y se volvieran incluso más reales.

De un momento a otro tomó las llaves de su auto.
Y...por impulso o sin razón aparente...ya se encontraba conduciendo hacia el lugar que jamás pensó volver a pisar.

—Listo Wonnie,ya ter...miné.

¿Dónde se metió?

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Unos gritos se escuchaban fuera...guardando algo de compostura y paciencia...tomó camino hacia la puerta.
Dispuesto a echar a quien sea que estuviera en la puerta de su casa.

—¡¿Podrías hacer el favor d-...Jungwon? --cuestionó confundido...observando al pelinegro parado frente a su casa,con las mejillas sonrosadas y los ojitos más brillosos de lo normal,eso sólo significaba una cosa...estaba ebrio--

—Eres un estúpido imbécil...no tienes idea de cuanto te odio,te odio...me destruiste la vida y-...

Sin dejarlo continuar lo metió a la casa cerrando la puerta tras de sí.

—Porqué...porqué te fuiste,porqué me abandonaste...porqué tuviste que romperme el corazón en mil pedazos.
Me prometiste que nunca te marcharías,que nunca me dejarías solo,que siempre íbamos a estar juntos. Te odio por no poder olvidarte...te odio por no poder superarte,te odio por abandonarme.
Pero sabes por lo que más te odio...por seguir amándote como la primera vez --terminó el de oyuelos soltando todo lo que sentía por dentro, todo ese peso muerto que había llevado consigo durante años--

El mayor pudo sentir el crujir de su corazón partiéndose una vez más...sabía que lo había roto,sabía que lo había abandonado.
Pero de saberlo a que se lo dijera eran pesos muy diferentes.

—Yo sólo quiero...quiero tenerte hoy.
Aunque sea por última vez --susurró el menor con lágrimas acumuladas en sus ojos,para después lanzarse sobre el pelinegro y juntar sus labios en un anciado y efusivo beso...que guardaba la ternura y sencillez que lo caracterizaba.

Aunque me duela admitirlo...eres lo único que necesito.

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De verdad siento mucho haber desaparecido...en estos momentos estoy  pasando una etapa muy difícil y dura para mí.
Pero lo único que logra distraerme es escribir...así que trataré de actualizar más seguido.
Te agradezco la paciencia y que sigas leyendo esta historia.
Y te pido que continúes haciéndolo,prometo sorpresas...muchas sorpresas.

Muchas gracias por leer💙

See you later.