Lo tenía, después de tanto tiempo por fin había encontrado lo que buscaba. Hoy,
domingo 22 de Julio de 2018, por fin iba a tomar las riendas de mi vida y a hacer lo que siempre había querido. Bueno, para que me entiendas mejor comienzo por el principio.Mi nombre es Sara, Sara Lorenzo, y tengo 22 años. Diría que mi historia es algo
complicada, aunque seguramente si la comparamos con problemas de la vida real no se podría decir que ha sido tan dura.Madrid es mi segunda casa; ahora vivo aquí, y aunque me encanta, mi corazón siempre pertenecerá a las Islas Canarias; vaya a donde vaya, y diga lo que diga, ese siempre será mi hogar (al menos hasta que mis padres me prohíban la entrada a casa... pero bueno, cada problema a su tiempo). Mi isla es una de las pequeñas, pero la verdad es que es un sitio muy acogedor para vivir, a veces agobia un poco, porque al ser tan pequeña hay
menos oportunidades, menos "vida", o sea, quiero decir, que para un adolescente que lo que quiere hacer en sus ratos libres es ir a fiestas, conciertos, etc., se hace un poco pequeño. Sin embargo, no tener una súper ciudad tiene sus ventajas, te crías de una manera diferente. Cuando era pequeña siempre me llamaba mucho la atención que muchos de mis vecinos (yo vivía en una urbanización) tenían tanta confianza y sentían tanta seguridad que dejaban las puertas abiertas en verano mientras estaban en casa.Pero sin duda, hay una cosa que tiene esa isla que pocos sitios en el mundo pueden
presumir tener y que de lejos es mi favorita: su cielo. Cada noche la isla se cubre de un manto de estrellas de película. Ésta es una de las ventajas de estar alejados del continente y de ser pequeña; no hay prácticamente contaminación y, además, se limita
mucho la iluminación para evitar la contaminación lumínica. Respecto a ésto último debo decir que me alegro mucho por el medio ambiente y por el increíble espectáculo de la naturaleza que podemos apreciar cada noche, pero no resulta una medida muy favorable para personas torpes (como yo) caminar en la penumbra. Dicho esto, solo debo añadir que es un privilegio acostarte a dormir y desde la ventana de tu habitación ver las estrellas; transmite una paz indescriptible (y para el postureo va genial también).Bueno, ya paro de hablar de Canarias que no te quiero aburrir (y tampoco es que me paguen por hacerle publicidad...)
Aunque la isla en la que nací está muy guay, me encanta vivir en Madrid; siempre me han gustado las prisas de las grandes ciudades. Es una ciudad que te invita a vivir; ya llevo un año aquí y siento que aún me queda mucho por descubrir. Ahora mismo estoy compartiendo piso con dos de mis mejores amigas, Paula y Ana, que también son canarias. Paula tiene la misma edad que yo, íbamos juntas al insti, ahí la conocí; Ana, tiene 25 y es hermana de Paula. Mis padres, Miguel y Elena, siguen viviendo en Canarias y son los mejores padres del mundo (aunque supongo que eso es lo que opina cada uno de sus padres).
Luego está mi hermana, Julia, casi 18 años siendo una pesadilla, mi mejor pesadilla.
Ahora está en la época de pensar que sabe de qué va la vida (qué ingenua); todo el mundo dice que es por la adolescencia. No sé qué haría sin esa pequeñaja. Por último, mi abuela; es la única abuela que me queda. Hace un par de meses se mudó a casa con mis padres y desde entonces la noto mucho más feliz.
A estas alturas te preguntarás qué hago contándote mi vida; pues bien, resulta que hace aproximadamente un año empecé un diario en una hoja de Word con el único propósito de calmar una crisis que tenía en un momento determinado de mi vida. No era un diario
tipo "El Diario de Anne Frank" (qué libro más bueno, por cierto) o como el que escribe un adolescente en una película; no, no contaba en él mi vida a diario, que hacía o con quién había salido; lo utilizaba simplemente para desahogarme cuando tenía algún problema que no quería contar a nadie porque me ayudaba a afrontarlo mejor. Ésto me lo recomendó una amiga (de la que hablaré más adelante), me dijo que a ella le había funcionado y que desde que escribía se sentía mejor.
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(Sobre)viviendo con una gorda. Rachel C.
RomanceLo que aquí te voy a contar es la historia de mi vida, y te adelanto que es todo 100% verídico. Hola, me llamo Sara y éste es el manual que he escrito sobre cómo (sobre)vivir con una gorda y no morir en el intento. Portada realizada con una imagen d...