Capitulo 2- El Don

156 12 0
                                    

-No, nada- respondí volviendo a caer en mis lagunas mentales. Al sentirme algo incomoda por el silencio que se había creado me dirigí a un sillón en lo que seria el living y al poco tiempo de haberme acomodado, se sentó una joven de cabellos castaños y piel pálida.

-¿Como te sientes?- pregunto algo curiosa.

-Bien, aunque el no recordar me desespera- conteste con frustración y algo de confusión ya que ni siquiera la conocía.

-Oh...olvide presentarme soy Isabella Cullen, pero solo dime Bella- dijo la joven con una tenue sonrisa, estrechando su mano.

-Un gusto, soy Bella- dije algo divertida al ver a cara de confusión de ella- Belladona Ivanov- finalice sonriente tomando la mano de Bella y algo muy extraño sucedió a posteriormente. Al tomar su mano, una fuerte corriente inicio en mi mano y se expandió a mi cuerpo y no tenia control sobre el. Duro unos segundos pero fue muy intenso, cuando retome el control de mi misma observe a Bella quien se encontraba acomodándose en el sillón y abría los ojos tomándose la mano, su cara transmitía confusión.

-¡Lo siento! Lo siento muchísimo Bella, ¿Te lastime?- pregunte temiendo haberla lastimada de algún modo.

-¿Que fue eso?- pregunto sin entender nada como yo.

-Yo solo tome tu mano y no lo se...una corriente dolorosa recorrió mi cuerpo por un instante- le respondí muy confundida.

-Hay que hablar con Carlisle- dijo levantándose del sillón y caminando presurosa a la cocina, yo solo la seguí.

Entramos y efectivamente estaba sentado en una silla ojeando un libro que se veía desgastado y con algo de polvo.

-Carlisle, algo sucedió con Belladona- dijo Bella algo preocupada.

-¿Que sucedió?- pregunto Carlisle levantando la vista de su libro, con el ceño algo fruncido.

-Estábamos presentándonos y al estrecharnos las manos, yo me sentí como...como inconsciente por unos segundos. En cambio ella sintió una corriente eléctrica en todo su cuerpo -explico Bella confundida.

-Valla...tal vez-enmudeció por unos segundos- se trate de su don.

-¿Mi don? ¿De que hablas?- pregunte realmente extrañada ¿Vine a parar a una casa de locos?

Carlisle no dijo nada y tomo mi mano y ¡Ahí estaba otra vez lo mismo! Esa maldita sensación, volví a tomar conciencia luego de aquella descarga de electricidad y mire a Carlisle en busca de una respuesta, el por su parte se encontraba despabilándose.

-Bella déjanos solos por favor- pidió a Carlisle, sin decir absolutamente nada ella se retiro.

-¿Que me sucede?- pregunte intrigada y preocupada.

-¿Te sientes diferente?- pregunto él.

-No me contestes con otra pregunta por favor, me siento igual- reclame.

-Es que tal vez...sea algo extraño de digerir- dijo mirando el piso.

-¡Basta de misterios! ¿Que tengo? ¿Que me sucede?- pregunte algo irritada.

-Te lo diré, con la condición de que dejes que te ayudemos Belladona, y por favor ten la mente abierta- me dijo muy decidido.

-Esta bien- me limite a responder.

-Pensamos con Esme que eres una neófita, aunque la mayoría de sus características no concuerden contigo.- dijo finalmente.

-¿Neófita?- ¿Otra vez esa palabra?

-Un vampiro Belladona, al parecer te pueden haber convertido en un vampiro- explico Carlisle al ver mi confusión.

-¡No tiene sentido! Ademas porque no solo decir vampiro en vez de neófita, ¿Cual es la diferencia? ¿Estas seguro de lo que dices?- pregunte realmente desorbitada.

-Veras, los neófitos son vampiros que han sidos convertidos recientemente, son salvajes, inestables e increíblemente fuertes y tienen sus ojos rojos, como los tuyos, nosotros todavía no podemos comparar tus acciones con ellos ya que te acabo de encontrar, no conocemos, ni sabemos nada sobre ti. También tienen sus ojos rojos los vampiros que se alimentan de sangre humana, pero por el estado en el que te encontré dudo que seas de ese tipo, tal vez anoche mismo fuiste convertida, aunque no me explico tu falta de memoria ¿Recuerdas aunque sea algo mínimo?- concluyo Carlisle, yo negué con la cabeza.

-¿Ustedes lo son?- pregunte sin siquiera saber por donde empezar.

-Si...si quieres podemos hablar y responderé a todas tus dudas- propuso Carlisle con mirada comprensiva. Yo asentí con un movimiento de cabeza, las palabras costaban salir de mi boca.


BelladonaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora