CAPRICHOSO DESTINO OMEGAVERSE ADAPTACIÓN [FINALIZADA]

EL MITO QUE SE HIZO VERDAD

Historia Original de MilMoonAn

Era dulce, una vez que el empalagoso aroma se evaporaba entonces un olor dulzón parecía bailar en su nariz. Invitándolo a sonreírle. A amarle.

—Tus manos siempre están frías.

—Las tuyas nunca dejan de ser cálidas.

—Tu aroma ahora...

—¿Sabes? Nosotros los Gamma no tenemos olfato. No distinguimos a nuestras parejas destinadas por el aroma. Nosotros lo único especial que tenemos es la capacidad de ver. Porque los ojos nos transportan al interior del alma.

—¿Qué ves en mis ojos?

—Veo dolor, rencor, peligro y odio ¿Por qué hay tanto odio en tu alma?

—¿Y por qué no?

Los Gamma tenían el peor olfato de todos. Ellos no reconocían a su pareja incluso si esta estaba frente a ellos y  aquello era un método de autodefensa. Como el Gamma siempre era el eslabón débil entonces si encontraban a su pareja y este los rechazaba el dolor llegaría a matarlos. Era un método para sobrevivir a su propia debilidad y Mew nunca había sabido aquello hasta aquel día en el que vio la confusión en su pareja. Porque le sorprendía que cuando él  ya sabía que eran destinados, el Gamma parecía no inmutarse en él.

—Dejaste vivo a uno.

En definitiva no pudieron atrapar al otro, el Delta los derribó con facilidad y escapó. Mew lo dejó ir porque no le interesaba, porque en aquel instante el único que tenía su atención era el Gamma.

—¿Por qué?

Su mirada estaba pegada al muchacho que temblaba en la celda de metal. Mew no encontró otra manera para mantenerlo vigilado, temía el apartar la vista y que el Gamma desapareciera. Por eso prefería mantenerlo cautivo, a su lado, sin libertad, pero a su lado.

Mark se notaba preocupado, el Omega era inteligente y Mew lo sabía, pero en aquel momento nada más importaba, absolutamente nada.

—¿Cuál es tu nombre? –Sin que Mew se dieran cuenta, Mark abrió la celda y se acercó al Gamma, con amabilidad, como siempre era él.

Sorprendentemente el Gamma le dirigió la mirada a Mew, congelando el alma del Alfa y destruyendo su careta despreocupada.

Mew carraspeó, incómodo y decidió irse de aquel lugar.