A Nascent Kaleidoscope.

Capítulo 13

Tuve la suerte de atrapar al anciano antes de que se fuera en su carro. Aparentemente, había gastado todo el dinero que le pagué antes, así que iba a volver a trabajar.

Esa era su vida, tomaba viajeros aquí y allá, luego se alojaba en la última taberna, gastaba todo su dinero y lo hacía todo de nuevo.

Realmente tampoco puedo culparlo, eso sonaba como una vida tranquila.

No fue muy difícil convencerlo de ir a Whiterun, originalmente iba a Windhelm, pero un poco de oro cambia sus planes con bastante facilidad. Aunque pasamos y lo vi a lo lejos. Me gustaría comprobarlo en algún momento.

Dicho esto, tomé nota de cuánto oro me quedaba, alrededor de un par de miles de Septims, la moneda que usan aquí. Un oro significa un Septim, obviamente. No estaba muy seguro de cuánto oro necesitaría, conocí a ese tipo raro antes y estaba buscando en sus fuentes cualquier cristal azul. Y los dioses saben cuánto va a costar eso, y también estaba buscando cualquier otro material que me llamara la atención.

Bueno, dejé esos pensamientos a un lado por ahora y abrí uno de mis libros. Me tomaría un poco más de medio día llegar a Whiterun, así que también puedo aprender los conceptos básicos del encantamiento aquí.

El texto estaba un poco seco, pero parecía haber muchas similitudes entre esto y lo que estaba acostumbrado.

Incluso Runes hizo otra aparición, aunque no en la granja con la que estaba familiarizado. Uno de los métodos más comunes para elaborar un código místico era tallar runas en el objeto, mi espada de caña es un ejemplo, aquí hacen las cosas un poco diferente.

Las runas se tallan en una "mesa de encantamiento" y luego se usan para imbuir un objeto con sus conceptos en lugar de usarse directamente.

Hizo que los encantamientos fueran un poco más débiles de lo que comparé con mis recuerdos, pero hizo que casi cualquiera pudiera levantar la nave sin muchos problemas. Qué método tan interesante, tendré que hacer experimentos con esto cuando regrese a casa.

Uno de los ingredientes clave, una 'piedra del alma'.

En la superficie, esta cosa parecía repulsiva. No estaba en contra de usar 'cosas' como materiales para promover mis propios objetivos, pero incluso yo no tomaría el alma de alguien y la usaría para fabricar... normalmente.

De todos modos, estos eran un poco diferentes de lo que esperaba en la superficie. El nombre era apropiado, albergaban 'almas' pero nada inteligente. Estas piedras absorbieron las almas de los enemigos derrotados como conejos, ciervos, osos y cosas de esa naturaleza.

Y ni siquiera consumía el alma usarlos, actuaban más como baterías que como materiales en sí mismos. Después de ser utilizadas, las almas simplemente se disiparían de la piedra, regresando al ciclo natural del mundo sin ningún daño.

Las runas y la mesa de encantamiento hacían uso del poder del alma para aplicar e incluso recargar encantamientos en objetos.

Fue un sistema simple pero robusto que crearon. Estaba realmente impresionado por el ingenio.

Los conceptos básicos eran lo suficientemente fáciles de entender, me sentí lo suficientemente seguro como para ponerlos en práctica más tarde, pero ahora tenía curiosidad sobre los siguientes niveles. ¿Era simplemente más de lo mismo, pero encantamientos más duros, o había otros pasos que debían tomarse?

Eran preguntas para más tarde. Solo quería terminar este libro por ahora antes de llegar a Whiterun.

"Ya llegamos, muchacho". Sentí una mano acariciar suavemente mi hombro.

Abrí los ojos y vi al anciano de pie junto a mí. "¿Ya?"

"Estabas profundamente dormido allí, ni siquiera te despertaste cuando llegué a los establos". Él rió. "Ahora date prisa, quiero ir a la taberna y no puedo irme hasta que me asegure de que mis caballos no corran, eso significa que tienes que moverte".