Parte seis: Finales

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MinHo buscó por las calles desesperado. Hablar con Chan le había retrasado un poco y ahora le había perdido por completo la pista a JiSung. Después de su pelea, el chico había salido totalmente enojado y MinHo dudó mucho antes de salir tras él, mientras SeungMin y Chan le advertían de los peligros de estar solo.

"¿Vas a dejar simplemente que se vaya? ¿Y si le hacen algo? ¿No dijiste que los hombres de Steve estaban tras él?"

SeungMin lo miraba con preocupación mientras Chan con el ceño fruncido. Se supone que ellos querían que las cosas se arreglaran para poder continuar, pero todo había empeorado, ahora JiSung estaba muy enojado y MinHo había tenido que salir a buscarlo para evitar que estuviera en riesgo, pero ahora no lo encontraba y eso podía significar dos cosas: realmente se había ido, o lo habían atrapado. Ninguna de ellas era buena.

* *

Unas gordas gotas de lluvia cayeron del cielo y fueron absorbidas por el algodón de la camiseta de JiSung. Un día triste y gris era perfecto para todas las horribles e incómodas sensaciones que lo agobiaban en ese mismo momento.

El chico dejó de correr cuando se dio cuenta que nadie lo perseguía y se sintió estúpido. ¿Realmente pensaba que MinHo iba a ir tras él? Estaba solo y tendría que pensar en algo porque era muy vergonzoso simplemente regresar después del escándalo que había armado.

"Tuvo muchos días para decirme esas cosas, le ha estado dando largas mientras estábamos a solas y sale con esta tontería cuando estamos con otras personas... idiota. De todos los días, escogió este para hacerme sentir así."

JiSung se despeinó, en un gesto de pura frustración. Incluso cuando quería estar enojado y huir, no era capaz. Chan y MinHo habían hecho mucho por él, así no dijeran con palabras que lo apreciaban, lo demostraban con sus actos. ¿Era él un ingenuo por creer que era querido e importante?

Era bobo, un tonto total. ¿Qué estaba esperando de un grupo de pandilleros? ¿caminatas por el parque, manos entrelazadas, sonrisas tímidas? Ni soñando despierto iba a ser capaz de imaginarse una vida así dentro del grupo. Aquí, en esta vida en la que estaba metido ahora todo era realidad, cruel y dolorosa realidad que tenía que aprender a aceptar, siendo increíblemente fuerte.

Y no es como si tuviera que perdonarlos por algo. No podía imponer sus creencias y deseos en los demás. No podía olvidar a MinHo, incluso si le había dicho en su cara que no le quería, pero tampoco podía echarse a llorar como una niña porque han lastimado su corazón.

MinHo le había advertido, le había dicho muchas veces que no podía esperar nada de esta relación que no sea dar para recibir. Lo sabía, siempre lo supo, pero aun así no fue capaz de evitar ilusionarse. Tenía que dejar que esos sentimientos se sequen, como todos los que se atrevían a nacer en semejante ambiente. Era triste, pero JiSung era capaz de entenderlo.

La lluvia empapó por completo su ropa en cuestión de minutos. JiSung se decía que no esperaba nada, que si dejaba de pensar en eso tal vez iba a ser capaz de ir a su cuarto y dormir, como quería desde hace un tiempo, pero algo en el fondo de sus pensamientos, en un lugar que él no quería aceptar, estaba esa pequeña esperanza.

Una esperanza chiquita que se colaba en su mente intentando llamar la atención. ¿Por qué si él estaba llorando, nadie hacía nada? ¿por qué MinHo no llegaba a pedirle perdón y besarlo bajo la lluvia, como en las malditas películas? ¿por qué? ¿por qué la realidad es tan odiosa y horrible y no puede simplemente mejorar el rato menos pensado?

Estaba atrapado entre los recuerdos, los deseos y él mismo. Era esclavo de su imagen, tenía que ser capaz de ocultar lo que sentía de verdad, porque cualquier cosa bonita era signo de debilidad.

Mío ➝ MinSung. AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora