Parte tres: No lo digas

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Desde su pelea en la madrugada que Felix y ChangBin llegaron, se habían distanciado un poco, pero desde el abrazo del que había sido testigo, JiSung apenas si le dirigía la palabra.

MinHo no entendía nada, estaba como un loco intentando averiguar qué es lo que había hecho mal, con preguntas indirectas y luego muy directas, pero JiSung siempre tenía algo que hacer o directamente lo ignoraba.

MinHo, que se había acostumbrado a dormir acompañado, ahora encontraba sus noches solitarias o con la compañía de ChangBin y Felix que lo visitaban con muchas frecuencia, sobre todo Felix. Eso no ayudaba para nada.

Estaba acostumbrado JiSung, a sus cuentas, a como murmura mientras trabaja, a sus lentes tan grandes como sus ojos y su calor. También debía tomar en cuenta que había estado en abstinencia desde entonces y eso le tenía de malas, de muy malas.

JiSung, por su lado se limitaba a observar. Veía cómo Felix siempre estaba detrás del chico, queriendo hablar con él en privado, buscándolo para comer o para hacer cualquier cosa, encontrando cualquier excusa para hablarle. Y no podía hacer nada, porque sabía que Lee Know estaba ayudándolo, pero no entendía por qué tenía que ser precisamente él quien lo hiciera. Es decir, Felix tenía a SpearB, ¿no?

Y JiSung se sentía miserable y cobarde. Todas las noches se llenaba de soledad, melancolía y necesidad. Lee Know siempre era grosero, pero sus palabras habían sido especialmente hirientes y, para mejorar todo, estaba siendo remplazado.

Sabía que eran los celos los que le hacían ver todas esas cosas, tal vez su mente estaba exagerando todo porque estaba enfermo de las iras de que alguien más tuviera atención de Lee Know. Era hora de aceptar que definitivamente sí, estaba enamorado de Lee Know y no podía hacer otra cosa que estar fastidiado, porque le enloquecía no tenerlo cerca cuando por fin había sido capaz de darse cuenta.

* * *

Chan estaba demasiado ocupado buscando una manera de vencer a SooBin, que no se daba cuenta de los problemas internos. Como Felix parecía bien, prácticamente se olvidó de él. Como MinHo y JiSung hacían todo lo que debían hacer, no era capaz de captar la tensión y el cambio de actitud entre esos dos. Todo era un caos dentro del mismo grupo, todo estaba mal.

"No te muerdas las uñas, es un feo hábito" Chan alzó la mirada y, en la puerta de su oficina, su novio le miraba con ceño fruncido "Es desagradable."

"¿Sky?"

"El mismo que canta y baila" responde con una sonrisa, mirando para todas partes, cerrando las puertas y empezando a cerrar las persianas.

"¿Cómo....? Estás aquí y ¿te dejaron...? ¡Pero Steve...!"

"No es como si fuera un maldito prisionero. Me costó salir y los tipos que me siguieron hasta aquí están seguramente cerca. Pero no me importa, si apagamos la luz y cerramos todo no serán capaces de vernos."

"¿Tienes algo que decirme? ¿Te hirieron de alguna forma? ¿Cómo puedo....?" La palabras del líder fueron calladas con un beso francés de lo más intenso.

"No tengo nada que decir, pero tengo mucho que hacer."

Chan abrió los ojos y su boca formó una 'o' ante la sorpresa de que una mano llegó hasta el interior de sus bóxers. SeungMin, sin soltarlo, lo arrastró hasta que consiguió dejar todo oscuro, apagando la luz. Así, sin más, le desabrochó los pantalones y se los bajó de una vez, repitiendo el proceso con los suyos. En dos minutos estaban los dos totalmente desnudos en el frío piso de la oficina. Con las piernas totalmente abiertas, Chan tenía entre ellas a un hambriento SeungMin que no dejaba un centímetro de piel sin ser besado o acariciado.

Mío ➝ MinSung. AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora