El Forastero - spinoff

04. Ultra-sonido

El vientre de Ben ya se empezaba a notar, tenía casi cuatro meses. Era apenas sobresaliente, pero ya se veía. En todo lo que llevaba de embarazo nunca había pensado en escuchar el latido del corazón de su bebé. Eso había sido hasta que uno de los niños del jardín apoyó la cabecita en su vientre y preguntó por el corazón del pequeño feto. Ben sonrió y dijo que no se podía escuchar así sin más, que hacía falta alguien que supiese sobre el tema. 

Ese fin de semana decidido acudió a su abuela y a Azmuth (el cual estaba regañando a su hermano Albedo) para preguntarles como hacer. Blonko estaba detrás de Ben tanto o más emocionado por la idea de escuchar al bebé. Los adultos mayores se miraron y luego miraron a la pareja de jóvenes. Verdona se sentó y les hizo señas para que ellos se sentaran también.

—Hay una persona capaz de hacer lo que quieren con ayuda nuestra, pero...

—¿Quién es? — Ben no logró ver el gesto de molestia de su abuela.

—La ex de tu abuelo Max—. Miró a otro mientras intentaba mostrarse serena—. Cuando ellos cortaron nosotros llevábamos un año de conocernos y todavía no nos mostrábamos afecto. Siempre me costó llevarme bien con ella.

Ambos jóvenes se quedaron mirando a la Tennyson mayor mientras el Galvan intentaba no reír. El pequeño ser, que nunca adoptaba forma humana, se subió al escritorio y se sentó. Azmuth se aclaró la garganta y todos le prestaron atención. El sabio Azmuth (el más viejo de toda la aldea) había estado desarrollando tecnología para ayudar a escuchar el bebé.

—En mi tiempo libre comencé un proyecto para que no dependamos tanto de la magia, pero no está terminado. Debido a eso y que no quiero lastimarte a ti o al bebé, Ben, creo que debemos llamar a Myaxx y a Xylene.

—¿Quién es Myaxx?

Luego de charlar sobre quiénes ayudarían y qué harían Ben y Rook Blonko fueron a su casa. Al día siguiente iban a poder al menos escuchar al bebé, si todo salía bien podrían ver brevemente la carita al bebé. Al llegar, Ben cerró la puerta y cuando iba a sentarse Blonko lo alzó y lo llevó a la habitación entre besos. Lo dejó en la cama y entre besos y besos terminaron calentando la cama.

Al día siguiente, un día en el cual ninguno trabajaba, tocaron la puerta de la pareja las mujeres junto a Azmuth. Ben les abrió con una taza de té en su mano derecha. Xylene (la ex de su abuelo) era una mujer muy bella y alta, Myaxx (la antigua aprendiz de Azmuth) era asimismo bella e igualmente alta. Mientras los futuros padres terminaban su desayuno los mayores acomodaron el espacio.

—Bien, Ben... Acuéstate en el suelo sobre el pequeño colchón cuando termines el desayuno—. Ben asintió con la boca llena, así que Xylene continuó hablando—. Lo que vamos a hacer es una serie de conjuros combinados con las invenciones de Azmuth y mías. Conjuros que por cierto sólo tu abuela sabe.

Luego de la explicación más larga Ben se acostó apoyando su cabeza en el regazo de Rook Blonko. Se levantó la remera y mostró su vientre poco notorio. Xylene le colocó un poco de un gel especial y trasparente, lo desparramó y alejó sus manos. Verdona respiró hondo y comenzó a usar su magia nombrando los conjuros en voz alta. Al cabo de un minuto o poco más apareció una imagen en la panza de Ben.

—¿Ese es mi bebé? — Susurró entre lágrimas al ver una figura con una forma extraña que se movía y luego de unos segundos más se escucharon dos latidos.

—Espera... Eso no suena como un único corazón... — Azmuth se acercó y observó mejor la imagen. Verdona al usar su magia logró mover la imagen y mostró las sospechas de Azmuth—. Son dos.

—¡Rook Blonko! Seremos padres de dos bebés—. Exclamó susurrando contento mientras lloraba—. No puedo creerlo.

Cuando terminaron Ben limpió su vientre mientras lloraba contento, recibió sus felicitaciones. Myaxx se había dedicado a replicar en forma de dibujo lo que habían visto en el vientre y se los dejó después de que Azmuth lo analizó. Al final, Ben tenía mellizos en su vientre y cada feto tenía su placenta y su cordón umbilical. Azmuth le nombró algunos cuidados ya que eran dos bebés.