⌗O1. ⸙͎

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No consiguió dormir debidamente por no saber cómo entregar sus origamis, los cuales hizo hasta las 10 pm.

Estuvo dando vueltas y vueltas en su cama, pensando, lo único que se le había ocurrido era dejarlo en la puerta de la casa de Geonu, tocar la puerta y luego salir corriendo, pero no le convenció esa idea.

Luego pensó en decirle a uno de sus amigos que se lo diera, pero sabía que Lim lo delataría al poco tiempo, Sangwoo no estaba en la ciudad y Byeonghee podría aprovecharse de los regalos y darle algunos corazones a Chu, así que decirle a sus amigos no estaba en sus planes.

Lo único confiable sería que después de las clases a las que Geonu siempre iba entregarle los origamis directamente, era sencillo, pero lo ponía nervioso.

Aún así se motivó a sí mismo para que pueda encararlo, sólo era un regalo de buen corazón que hizo para él, no había nada de complicado en eso.

Y se le ocurrió comprar un cupcake, meterlo en una cajita y de decoración poner los origami, pero no tenía pegamento, sólo cinta canela que se notaba mucho y arruinaría su gran regalo, para él esa era una mala.

Aunque tal vez lo haga en un futuro, sin los origami, sólo como un detalle extra.

Y estaba frente a él, frente a su gran amor, sudando frío, moviendo mucho las manos, mientras que el mayor se preguntaba qué le pasaba a su mejor amigo.

— T-te traje algo de lo que hice ayer.— extendió los origamis hacia él.

— ¿Por qué y para qué los quiero? no me sirven, sólo van a estorbar y terminaré tirándolos.— tomó su mochila y pasó de largo, dejando a Jeon con un nudo en la garganta.

Tomó valor y corrió para detenerlo.

— ¿Por qué no sólo los tomas? dolería menos y de hecho, no me hubiera molestado contigo como lo estoy ahora

— ¿Te enojaste por unos simples papelitos? ¿Enserio Doyeom?

El menor estaba muy dolido ante las palabras de su hyung, si se supone que eran mejores amigos, ¿por qué lo estaba tratando de esa manera?

Porque era un sueño.

Se dio cuenta sólo cuando ya no soportó la idea de pelear con Geonu, cuando despertó suspiró y se sentó en la cama.

Revolvió su cabello con frustración, ya no sabía que hacer, tenía que arriesgarse, porque Geonu no era así.

¿O sí?

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