⌗Extra Pt 2. ⸙͎

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—¿Ya te embarazaste?

— Los hombres no se embarazan, genio

— ¿Quién dice? Puede que con una falla biológica pueda ocasionar que parte de tu organismo tenga la facilidad de terminar preñado

— Chu, vete de mi casa

— Pero antes tienes que contestar, ¿quién es pasivo?

— ¿Por qué tendría que contestar eso? Existe la privacidad, si no la conoces te la presento

Chu hizo un pequeño berrinche, Lee suspiró con algo de cansancio, no era fácil para él tenerle paciencia.

Pero en eso llegó aquella persona que ama tanto, se levantó enseguida viéndolo con ojitos de cachorro regañado.

— Aww, mi bebito, ¿me extrañaste mucho?— se acercó a Geonu para acariciar su cabello con dulzura.

— Los dejo, ¡suerte en su cita!— Chu salió corriendo de la casa, tenía un asunto pendiente con Song.

Mientras que Doyeom mimaba a su novio se daban pequeños besos, inmersos en su propio mundo.

— ¿Ya nos vamos?— el menor asintió y salieron de ahí agarrados de la mano, camino a algún centro comercial.

Doyeom estaba demasiado feliz, Geonu lo había llevado al cine, le compró una sudadera que quería desde hace mucho tiempo, le compró golosinas, y muchas cosas que incluso pensó:

— Parece mi sugar daddy.

Aunque fue en voz alta, Geonu no pudo escucharlo, pues estaba dentro de una tienda comprando comida para gato, pues recientemente adoptaron un gatito que apareció en la puerta de su casa.

Sí, ya vivían juntos.

— ¿Quieres otra cosa? ¿Tienes hambre?

— ¿Podemos ir ahí?— señaló una parte de aquel gran edificio que tenía plantitas y bancas, incluso un árbol en el centro que lo hacía ver como un paraíso.

Eso a los ojos del mayor, quien no había visto ese detalle.

Avanzaron hasta una de las bancas y se sentaron para compartir un buen momento juntos.

Geonu recargó su cabeza en el hombro de su menor, sintiendo su calidez.

— Ya casi se acaba el día, nunu, ¿vamos a casa?

Pero el mayor estaba medio dormido, sólo prestando atención a la primera parte.

— Hoy soy menos gay que mañana, más que ayer.

Doyeom comenzó a reír por aquel comentario, se le hacía tierno que su mayor parezca menor.

— Deberíamos ir a casa si tienes sueño.

El mayor enseguida negó y buscó en su bolsillo el último regalo que tenía para su menor.

— ¿Quieres tu regalito?— al ver que el menor lo miró con ojitos curiosos sonrió y se levantó para hincarse frente a él.— No es matrimonio, pero aún así, Jeon Doyeom, ¿serías mi novio por el resto de nuestras vidas?

El menor apreció los anillos, eran un par de pareja y tenían el símbolo Ying y Yang, uno complementaba al otro y eran hermosos, asintió acercándose a sus labios para darle pequeños besos, repitiendo muchas veces el "sí".

Geonu se encargó de ponerle su anillo correspondiente, estaba emocionado de que a Doyeom le haya gustado su pequeña sorpresita.

— Aún así, tenemos que tener luna de miel, mi amorcito.— mencionó Doyeom después de que levantaran sus bolsas.

Ese tema aún tenía a Geonu tímido, pero estaba dispuesto a intentar algún día, aunque sea lejano.

Tal vez no tan lejano.

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