Outrageous [GL]

Capítulo 1

(Portada original)

(AVISO: ESTA NOVELA ESTÁ TRADUCIDA POR EL TRADUCTOR GOOGLE, CUANDO TENGA CORRECCIÓN, SE SACARÁ ESTE MENSAJE. SI LEEN, DEBEN ENTENDER QUE HABRÁ POSIBLES ERRORES)

Capítulo 1:

Una ciudad, 6 de la tarde.

El horizonte estaba bañado en delicadas tonalidades de rosa y púrpura, con un hermoso resplandor del sol poniente.

En un edificio de oficinas con la puesta de sol, una joven de pelo largo se levantó de su asiento y se estiró perezosamente, antes de apagar su ordenador y prepararse para salir del trabajo puntualmente.

Con su bolso al hombro, acaba de dar un paso fuera de la oficina cuando oye a sus colegas empezar a hablar de su reunión de mañana.

Alguien dijo con entusiasmo: "Todo el mundo tiene que venir, todo el mundo tiene que venir".

Una compañera miró a su alrededor y dijo: "Sólo Yi Yi y Xiao-Meng[1] no están, les informaré entonces".

[1] 小梦 - Una forma más familiar de dirigirse a alguien poniendo un 小 (xiao), que significa pequeño, delante de su nombre. Normalmente es su apellido o el último carácter de su nombre.

"De acuerdo, ¡gracias por hacerlo!"

Hicieron un balance de quiénes estaban por allí, registraron quiénes faltaban y se prepararon para informarles cuando se fueran a casa.

Pero nadie se acordó de que todavía tenían una colega llamada Lu Zhi Wei. Era como si nunca hubiera existido en su mundo.

-- Incluso si acabara de salir por la puerta.

Lu Zhi Wei caminaba con pasos rápidos y ligeros, haciendo oídos sordos a la conversación en la oficina.

No importaba si la recordaban o no.

Si no se acordaban, se ahorraría un montón de dinero y tendría un día de descanso en el que nadie la molestaría.

Aunque tenía muchos días de este tipo, ¡qué humilde esclava de la empresa desdeñaría tener tiempo libre para descansar sin que nadie le molestara!

Pensando en esto, sus pasos se hicieron aún más ligeros.

Salir del trabajo puntualmente, un buen tiempo para descansar, ¡la felicidad de una esclava corporativa era así de simple!

Tomó el tren a casa, comió y se duchó antes de empezar a ordenar su casa. Para su sorpresa, encontró un vale de descuento para un restaurante de barbacoa.

Mañana era el último día en que se podía utilizar. Además, mañana era fin de semana y no tenía que trabajar.

Aferrándose al vale, sintió como si Dios la recompensara por su trabajo de una semana.