Capítulo 107 (final)

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Lu Zhi Wei nunca pensó que podría encontrarse cara a cara con Lao Wu.

Eran personas de dos partes distintas del espacio. Uno sentado en su sala de control, otro viviendo en otro mundo, siempre fue así de distante.

Pero hoy, ella lo vio... al Wu Jun Sheng vivo e ileso.

Wu Jun Sheng se volvió para mirarla.

La Lu Zhi Wei de ahora era muy diferente a la de cuando se conocieron.

Estaba mucho más alegre que antes, mucho más feliz, mucho más dichosa. Por fin ya no se sentía sola.

La felicidad apareció en sus ojos mientras suspiraba aliviado.

Mientras Lu Zhi Wei viviera bien, entonces lo que hizo y el dolor que sufrió valieron la pena.

"Ha pasado tiempo", rió. "Buena hija".

Estando separados durante tanto tiempo, ambos habían experimentado sus propias penurias.

Ahora que podían estar el uno frente al otro, vivos y sanos, la amargura le punzaba el corazón y le enrojecía los ojos.

Lu Zhi Wei quería llorar y reír a la vez: "Qué bien, Lao Wu, qué bien que estés bien......".

Ella realmente había tenido miedo de que algo le pasara en el sistema, miedo de que no pudiera ser rescatado, miedo de que realmente cambiara una vida por otra.

Ella quería vivir, también quería que todos los demás vivieran.

Al ver las lágrimas arremolinándose en sus ojos, Wu Jun Sheng se sintió repentinamente conmovido.

Después de ser administrador durante tanto tiempo y ver tantos anfitriones y mundos, siempre se había ocupado de sus propios asuntos. Nunca había pensado que llegaría un día en que un anfitrión derramaría lágrimas por su bienestar.

Gracias a Lu Zhi Wei, por fin se dio cuenta de que aún le quedaba algo de humanidad.

Caminó hacia delante y se inclinó ligeramente, abriendo los brazos para abrazar con cuidado a Lu Zhi Wei, como un amigo, pero también como un anciano que la adoraba.

Le acarició la cabeza con suavidad: "No llores, estoy bien, estoy bien".

Lu Zhi Wei hizo todo lo posible por contener las lágrimas, pero al oír eso, su contención falló de inmediato.

Al oír sus sollozos, Wu Jun Sheng no supo qué hacer.

Maldita sea, nunca había consolado a alguien que lloraba por su culpa.

¡Nunca había hecho llorar a nadie!

Entró en pánico, consolándola torpemente: "Ah, sé buena, no llores, está bien, estoy realmente bien."

Lu Zhi Wei no habló.

Wu Jun Sheng miró a Bai Zhi y luego dijo: "Piénsalo, con Bai Zhi cerca, ¿cómo podría pasarme algo, verdad? ¿No te dije que era impresionante? Está bien, está bien, no llores".

Al oír eso Lu Zhi Wei finalmente no pudo evitar soltar una risita.

Wu Jun Sheng: "?"

Efectivamente, en su corazón, no había nada que Bai Zhi no pudiera hacer.

Lu Zhi Wei le dio una palmadita y se secó las lágrimas: "No lloraré, es bueno que estés bien, es bueno que hayas dejado el sistema".

Luego echó una mirada furtiva a Bai Zhi y dijo suavemente: "Y felicidades por encontrarte de nuevo con ella".

Al ver su sonrisa, Wu Jun Sheng finalmente se relajó y asintió con la cabeza.

Bai Zhi le miró en silencio mientras sus labios se levantaban inconscientemente.

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