No me sueltes,
estoy a un paso del abismo.
Con las yemas de mis dedos
busco abrir la puerta
que no se puede tocar.
Con mis ojos húmedos
busco encontrarme con los tuyos;
aquellos que no se pueden ver.
El bosque me guarda y cobija;
desde su silencio me dice
que todo tiene su tiempo,
que todo sigue un plan.
Yo entre el follaje me abrazo,
mi cabello reposa entre las ramas
y mi cuerpo, abatido por las circunstancias,
duerme sobre el pecho de la Madre.
Sigo viva por la fuerza del amor.
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• Memorias de esta encarnación •
Historia CortaCon esta colección de escritos no pretendo ofrecer una reliquia de la literatura, solamente quiero descargar aquello que siente mi corazón mediante la escritura.
