Capítulo 8

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No se que hace aquí, sin embargo felizmente que esta aquí, sino quien más me puede defender, soy una inútil que no se sabe defender sola. 

-Salga.- Le ordena, como si fuera el dueño.

-Ja, princesita tu príncipe, ¿Uy pero si supiera que eres una zorra ya te hubiera mandado a la mierda, mírala se metió en un hogar, me robo a Luis!

-Señora, mirá, no la conozco, pero se que esa chica de seguro no le interesaría su esposo, segundo..

-Es una maldita perra.

-Señora, porque agarrarse con la mujer cuando el que decidió engañarla fue su marido. No culpe a otros.-Cuando Matías termino la frase la señora se quedo estática, para luego soltar una risa maniática e irse tambaleándose. Aunque salió del establecimiento mi cuerpo aun seguía temblando.

-Debería avisar a la policía.-Me menciona después de que la observamos salir.

-Es obvio que no conoces a la policía de Sama.

-No se supone que es su trabajo, esa mujer tiene Nicotina que me entraba por la nariz.

-"La policía para los políticos, para los museos y voy si el ciudadano se muere primero".-Recito la frase popular entre los ciudadanos del lugar, el niño pijo se queda incrédulo hasta que le explico las situaciones vividas.

-Bueno en todas partes hay delincuencia, en Argentina por lo menos vienen a tomar nota de lo que paso.-Comenta recostándose en la caja registradora. 

-Pues acá no.

-¿Y que haces aquí sola? - 

-Aquí trabajo.- ¿No es obvio?

-Si, pero no en la noche.- douché 

-¿Y tu que haces aquí? - preguntó, para contradecirlo y porque la duda me esta consumiendo desde que se  me paso el susto.

- Vine a comprar. -Me responde.

-Donde vives hay miles de tiendas y mejores.

-Si pero en ninguna estas tu.-Oh por favor que tiene este niño que hace que se acelere mi corazón. No se que responder, lo nota, sus labios se forma una curva hacia arriba.

- Dame unos Cheetos.

-Solo me encargo de la caja, trae tu producto, niño.

-Tengo 14.

-Y yo casi 18.

-Aun es legal en muchas partes del mundo, niña.-Ja, niña, si niña, me dijo niña, que se cree.-¿Y donde esta tu mami?-espera, ¿esto lo dije en voz alta?...

-¿ Y la tuya?¿La denuncio por explotación infantil?-¿lo dijo en broma? a espera no le conté...

-Falleció hace dos años, al igual que mi padre.- un silencio incomodo se forma en el ambiente, que es interrumpido por un comprador que parece menor de edad.

-Su identificación.-Pregunto al recién llegado que se coloca al lado de el niño pijo. Saca la billetera, es obvio que dirá que se la olvido.

-Uy, la olvide, pero no hay problema, aquí la chica siempre me lo da.

-Pues hoy no esta la chica y yo no vendo sin identificación.- Me mira con ojos de cachorrito a ver si cambio de opinión y al notar que no lo hago.

-Mana, tenemos la misma edad, dime que tu no pasas por una época difícil, solo quiero experimentar.

-Enfréntalo diferente, si no vas a comprar otra cosa, vete por favor.- Suelta un bufido y se aleja a la puerta, me siento victoriosa.

-Guau, tu si.-Ahora me tengo que deshacer de este niño.

-Lo mismo para ti, si no compras nada, adiós.

-¿Y esa forma de tratar a los clientes señorita Adri di?

-Fue Jazmín ¿no?- Tenía que ser, genial, ¿Cómo así?

-El auto es un buen lugar para conocer a gente nueva.-supongo que hice una  mueca que me delato, o bien lee mi mente.- Se preocupa por ti.- Agrega al no ver una respuesta por mi parte.

Al final dejo que se quede sin molestar, aunque no hablamos por un buen rato, salgo en algunos momentos afuera a enviarle mensajes a Otto que estoy bien, el me sigue como perrito faldero.

-Deben estar preocupados por ti.

-Me escape.-¿qué esta loco?

-¿Y si me echan la culpa a mi?-me voy a la cárcel, no me quiero ir a la cárcel de menores.

-Y lo primero que haces es pensar en ti. ¿Acaso ni siquiera te importa  que estoy acá?

-Pues yo no te pedí que vinieras, ya son las once, y...

-Y me tienes aquí, para ti.

-Eres un niño.

-No recibí el gracias por cuando te salve.-a mierda casi lo olvido.

-Gracias, niño.- tengo que dejárselo claro y ojala mi corazón también lo tuviera claro.

-Y sigues.

Después de varias vueltas al mismo tema, quedamos en que ambos somo niños, de hecho terminamos burlándonos de eso, aunque una parte de mi seguía pensando en que todo esto estaba mal.

-Campera.-señaló su chompa.

-Chompa.-señalo la mía.-Nos hemos declarado la guerra en palabras de cada país.

- Chompa, pompa, que sigue niña.

-Sigue que vayamos a dormir, porque hoy tuve un día cansado, no soy guardería así que vete ya.- tiene que irse cada segundo que pasa hace que la situación empeore, si contratan investigadores privados que lo vengan a buscar.

-¿Acaso no disfrutas de mi presencia? 

-Yo te tengo otra pregunta, ¿Por qué siempre llevas esa gorrita?, es algo ilógico, ¿esta haciendo calor o frio?- Oh no, el sueño me esta haciendo hablar, no es bueno.

-Pues se ve re fachera. 

-Fachero  fachero, ¿Qué hace un fachero al lado de alguien como yo?

-Lo mismo digo, ¿Estoy cumpliendo una condena creo?

-Vos te pasas.-Trato de imitar su acento.

-No te sale, niña. -Toca mi nariz y la arrugo como instinto, siento como la sangre sube a mis mejillas, ¿Cómo es que este niño me provoca tanto?

Mis parpados pesan, deben ser ya la una, así que es legal  dormir, es mi hora de descanso, ojala nadie se meta, ¿cerré la reja? Tengo que mandarlo a su casa, pero el sueño puede más conmigo ¿Estoy en el suelo? ¿Dónde estoy? 

-Niño pijo, eres lindo.-Murmuro entre sueños, talvez ya no este por aquí.

El sonido de llamada de un celular me levanta, ¿Qué  esta pasando?¿Donde estoy? ¿Qué tengo de almohada? ¡El niño!¿Qué hace aqui?











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⏰ Última actualización: Aug 12, 2022 ⏰

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