¡Te acepto! Vhope [omegaverse]

T R E I N T A Y D O S

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Al llegar a casa el olor de la comida de Hoseok golpea mi nariz.

Olía delicioso.

Los niños me saludan felizmente con una sonrisa y yo los saludo igual.

—Hoy le hable al chico que dijiste, Soobin —dice Young Mi y yo sonrió de lado.

—¿Ah sí?

—Sí, es un chico bastante agradable —dice y come un poco, mientras que SeungJin solo aguanta una risa.

Hoseok me señala los platos y yo asiento con la cabeza mientras me siento en la mesa quitándome el saco. No pasaron muchos minutos antes de que Hoseok me pusiera mi plato y yo comenzara a comer.

🐺

—¿No le vas a decir nada?

—No en frente de los niños.

—Taehyung, ¿Qué tal sí...?

—no va a pasar...no permitiré que pase.

🐺

🦈

Hoseok y yo nos encontramos lavando los platos en un silencio un tanto incómodo.

Yo se que Hoseok espera a que hable mientras que yo busco las palabras para empezar.

Ser doctor no sirve con familiares.

—¿Cómo te has sentido hoy?

—Lo normal, ya sabes, los mareos y los antojos, pero nada más.

—¿No te has sentido mal aparte de eso?

—No...

—Hoseok...

Cierro la llave del agua y miró a Hoseok directamente a los ojos.

—¿Si?

—Key me dijo que... —él me interrumpió poniendo uno de sus dedos sobre mis labios.

—Lo sé, no es necesario que me lo digas. Sé que estoy corriendo muchísimo riesgo.

—¿Aun así quieres seguir con el embarazo? —él me miró a los ojos y yo aguante las lágrimas —no quiero que abortes...pero si estarás mejor lo aceptaré.

—Taehyung yo no...

—No quiero perderte, Hoseok. No quiero, no...

Dos gruesas lágrimas rodaron por mis mejillas y abracé a Hoseok rodeándolo de la cintura.

—Tarde años en encontrarte, no puedo dejar que te pase algo, Hoseok. No puedo perderte. No otra vez.

Hoseok rodeo sus brazos en mi cintura y no dijo nada. Cuando mis lágrimas se detuvieron, me quedé quieto, no quería separarme de ese abrazo.

—Quiero tenerlo... —susurro en el abrazo y yo permanecí callado —quiero tener a este bebé.

—¿Estás seguro? —dije y él asintió.

—Soy fuerte, Tae, puedo con esto... —dijo y se alejó un poco para verme a los ojos —además... no me dejarás morir, ¿cierto?

Yo lo mire a los ojos y lo volví a pegar en el abrazo.

—Por supuesto que no. Jamás dejaría que murieras.