Encantador romance [Douxie y tú]

Capítulo 16

Finalmente, Arturo ya tenía su espada de nuevo y todo parecía estar de nuevo en orden, a excepción de que Douxie y Clara no dejaban de dar vueltas por la habitación. Los notabas preocupados y eso te preocupaba a ti. Viste a Jim a un lado observándolos tal como tú lo hacías.

—¿Qué es lo que ocurre?—le preguntaste a Jim.

—Morgana está viva. Tenemos que evitar que destruya el reino—contestó él.

—¿Viva? Pero...creí que había caído de un barranco ¿Cómo es posible que esté viva?

—La Orden Arcana lo hizo y la trajo de vuelta con nueva magia con la que planea destruir el mundo—responde Douxie para luego sentarse a tu lado y suspirar profundo. Pusiste una mano en su espalda para darle palmaditas y así intentar calmarlo un poco.

—La última vez funcionaron las barreras que pusiste, Doux—habló Clara—. Debemos colocarlas en todo el castillo y atrapar al espía de Morgana.

—El lado bueno es que ya sabemos quién es—agrega tu novio.

—Bien, en ese caso, dividamonos—propone Jim—. Clara y yo buscaremos y al espía, mientras T/N Y Douxie encarguense de que el castillo esté protegido.

Todos aceptan el plan y se dividen. Comienzas a recorrer todo el reino junto a tu novio y lo observas poner hechizos mágicos en cada una de las partes que señalabas. Pronto solo les quedaba una sala que cubrir.

—Solo unas defensas más—dijo Douxie para luego cubrir las últimas puertas.

—Es increíble—comentas.

—¿Qué cosa?—pregunta él al escucharte.

—Tú—respondes sonriendo.

Notas un leve rubor en su rostro, pero eso no le impide acercarse a tí y tomarte de la cintura y decirte con su típico coqueteo.

—No es lo único en que lo que soy increíble. Te lo aseguro.

—Lo sé—aseguras mientras ríes—. Pero aún así es increíble que puedas hacer magia.

En ese momento te toma de la cintura y te acerca a él hasta que pega sus caderas.

—Prometo mostrarte todo lo que puedo hacer con ella cuando volvamos a casa. Lo prometo.

Todo ese coqueto que estaban teniendo entre los dos, no los dejó ver al flacucho cambiante que pasó detrás suyo como si nada a infiltrarse en el gran evento.

—Basta, Douxie. Es hora de ir al combate—le avisaste para luego separarte de él y comenzar a caminar hacia el campo donde se desarrollaría todo.

Allí los esperaban Clara y Jim en una banca.

—¿Pudieron encontrar al cambiante de Morgana?—preguntaste al verlos.

—No—respondió Clara—. Ese desgraciado se esconde demasiado bien.

—Aún así, podremos atraparlo cuando se exponga aquí—anunció Jim—. Estén alerta.

—Si algo llega a ocurrir...—te susurró Douxie en el oído—quiero que corras hacia la torre de Merlín y lo saques de ahí junto con mi yo joven ¿de acuerdo?

—Cuenta conmigo—afirmaste.

Si algo sabía el hechicero es que no podía dejarte fuera de la batalla, eras demasiado cabeza dura como para alejarte de él, pero sí sabía que podía llevarte a donde estarías más segura.

Y como se esperaba, el cambiante no tardó en aparecer luego de algunas batallas. Desde las sombras, se asomó a Arturo alzando una daga de enredadera del sol y gritando: