Amigos por error

Capítulo 4

"La vida se trata de intentar una y otra vez las cosas que no logras. De buscar soluciones a todas las adversidades, y siempre, pero siempre, seguir adelante, ignorar todo aquello que no te mire de frente, y también aceptar que el pasado duele, pero que no puedes cambiar nada de el. Ahora solo toca utilizar lo antes vivido como una gran experiencia. Aprendamos a aceptar el presente, y respetemos el pasado."

Eso leí en mis redes sociales mientras las revisaba. Las inspiraciones profundas de las personas de todo el mundo estaban allí, esperando ser juzgadas por alguien.

Siempre he pensado que, si creas algo, sin importar que sea, no debes esperar la aprobación de nadie más. Si tú lo creaste, fue porque a ti te gustó, y que más aprobación que la tuya misma.

Pero esto no viene al caso.

Me fui a dormir más feliz que nunca, este día sí había sido perfecto. Y esperaba que terminara rápido, para volver a ver a mi hermoso pelinegro de ojos grises.

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Benjamín.

Ya me comenzaba a preocupar por mis emociones. No era normal, y menos en tan poco tiempo.

Abril me gustaba, de eso estaba seguro, verla feliz me hacia feliz a mi. Y aunque no la conocía lo suficiente, sabia que tenia un universo entero en su interior. Universo que yo descubriria poco a poco.

Caminé hacia mi casa, ya que no era lejos. Cuando llegue a mi casa estaba mi hermanita menor en el sofá. Dormida y con la tele encendida.

No dude en cargarla y llevarla a su habitación. Era mi tesoro más valioso a parte de mamá.

Mi padre murió en un accidente de autos, yo iba con el, pero afortunadamente no me pasó nada mas que unos golpes que sanaron con el tiempo. Mi padre estubo cuidando de mi hasta que los paramédicos llegaron, fue algo increíble, pero justo cuando ellos llegaron, pude sentir como su mano soltó la mía... Ahí, supe que había muerto.

Solo tenía 10 años cuando eso pasó, y desde entonces siento que tengo el deber de cuidar y proteger a mi pequeña Samantha como mi padre lo hizo conmigo.

- Mi amor, ella se durmió allí esperándote. - Susurró mi madre. - ¿Cómo te fue con tu chica de la lluvia? 

- Todo estubo genial. Pero estoy algo cansado, mamá. - Dije dándole un abrazo apretado.

- Eso me alegra mucho, mi amor.

- Ahora ve a descansar mami. Buenas noches.

Me despedí de ella y entre a mi habitación. El desorden que traía allí, me iba a comer en cualquier momento, pero ahora no era tiempo de acomodar nada. Era hora de dormir.

Tomé una ducha y me fui a la cama.

A la mañana siguiente, el ruido de la licuadora me desperto.

¿Que mierdas pasa? Pues si es la licuadora no creo que pase algo más que mi mamá en la cocina.

Decidí bajar, luego de estar sentado por un largo rato en la cama.

- ¿Aún en pijamas hijo? Ve a cambiarte que vamos a desayunar.

Y si, mi sábado había comenzado.

No tenía ningún plan en especial, lo único seguro es que iría con Samantha a ver a mi abuelo.

Luego de desayunar, Samantha y yo tomamos una ducha, yo me decidí por unos jeans, un suéter de color azul claro y zapatos negros. Por otro lado mi hermana apostó por unos shorts rosados y su blusa blanca favorita, con un gatito en el centro. Ella amaba a los gatitos.