Capítulo 3

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- ¡Despierta, querida. Se te hará tarde para el colegio. - La voz de Giselle entro en mi cabeza.

- ¿Qué hora es? - Pregunté con los ojos cerrados aún.

- Siete y treinta de la mañana. 

¡Dios mío! Era súper tarde. Cómo no oí mi alarma. Ahora tenía que hacer todo a máxima velocidad, cómo una versión humana del "rayo McQueen."

- iré a preparar el desayuno, mientras te duchas y vistes.

- Está perfecto, hermanita. - Dije cerrado la puerta del baño.

Tomé una ducha rápida, debido a que no tenía tiempo. Mi primera clase era a las 8:10 am asi que estaba muy corta.

Mientras colocaba mis pantis, mi celular comenzo a sonar.

"Alison" era el nombre que reflejaba mi celular.

- ¿Si? ¡Buenos días amiga!
- Hola tonta, buenos días. - respondió. - ¿Puedes ser buena amiga hoy y pasar por mi antes de irte? - preguntó Alison.
- ¿aún no estás en el colegio?
- obvio no boba, apenas me levanto.

¿Apenas se levanta? Pero si son las siete y pasadas. ¿A menos que...?

- ¡Si, tarada! Paso por ti.
- de acuerdo, idiota. Te amo. - respondió y colgó.

Revise la hora en mi celular y efectivamente mi hipótesis era correcta.

- ¡Giselle Lombardi! ¿Te levántaste hoy con tu instinto materno? - Pregunté con una sonrisa sarcástica en el rostro.

No obtuve respuesta alguna.

- Hey, mani, son las seis de la mañana. Pude haber dormido media hora más, querida.

- Lo sé, pero quería prepararte el desayuno especial de los cumpleaños. Y también quería que te quedarás a comer conmigo. - alegó mientras llevaba los platos a la mesa.

¿Cumpleaños? ¡No puede ser! ¿Cómo pude olvidar mi propio cumpleaños?
Cada día me convenzo más de que mi madre no debería estar allá.

- ¿ha quien demonios se le olvida su cumpleaños? - Pregunté en voz alta.

- Sabía que eso pasaría hermanita, por eso no te dije nada. Afirmo. - Ahora ven y vamos a comer. - Continuó.

La mejor manera de iniciar mi cumpleaños era esa, con un delicioso desayuno preparado por mi adorada hermana mayor. Las tostadas de pan eran mis favoritas, podía elegir entre mermeladas o mantequilla, huevos revueltos o queso, y una espléndida ensalada de frutas como postre... Mi hermana, era la mejor.

Luego del delicioso desayuno subi a la habitación para terminar de vestirme. Quité mi bata de baño y coloque las medias pantis de color negro, luego mi AMADA falda de cuadros y por último me coloque la camisa blanca,  de botones y mangas cortas. Seque mi cabello, lo peine como de costumbre, aplique algo de mi colonia favorita, puse uno de mis aretes más lindos colgados en mis orejas, tomé la corbata del uniforme en la mano y salí de la habitación colgando también mi mochila en la espalda.

Estaba lista para otro dia de clases. Ah, y para otro cumpleaños.

Giselle también estaba lista para irse al trabajo. Coloco el desayuno a nuestros animalitos y salimos.

Antes de subir al auto llame a mi amiga para decirle que ya iba por ella.

- Lindura, pasaremos buscado a Alison. ¿No te importa cierto? - pregunté a mi hermana.

- No hay problemas, cumpleañera.

De esa manera salimos del lugar, pasamos por Alison y luego nos dejó en el colegio.

Amigos por errorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora