Cómo coquetear con un demonio perro

Paso 2: La clave es el contacto visual

Disclaimer: Los personajes y la historia no me pertenecen. La historia es de TouchofPixieDust y los personajes son de Rumiko Takahashi, yo únicamente traduzco.

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«El contacto visual es clave para dar el primer paso... ¡sin dar el primer paso! Una mirada coqueta puede decirle lo que sientes por él sin palabras».

Kagome suspiró.

—Suena prometedor. —Volvió a suspirar mientras se ponía de lado para estar más cómoda en su cama—. Y... es menos probable que lo mate...

Seguía muerta de vergüenza por el incidente del perfume. Afortunadamente, su madre consiguió que le devolvieran el dinero de la mayoría de los perfumes y polvos. Pero Kagome sí se quedó con un frasco pequeño... después de todo, le encantaba el aroma. Solo que... puede que con una intensidad un poco más ligera.

Hojeando la revista, Kagome continuó con sus estudios sobre el Arte del coqueteo. Contacto visual, ¿eh? Parece una manera lógica de coquetear. Así que leyó sobre diferentes clases de contacto visual.

—Veamos... están las miraditas, el contacto visual extenso, inversa, miradas constantes, mirada fija y sonrisa, larga distancia, mirada de cuerpo entero... ¿Mirada de cuerpo entero?

Aferrando la revista con fuerza, Kagome salió rodando de la cama y cerró la puerta de su habitación. Le dio una patada a la ropa del día anterior que no había llegado del todo al cesto de la ropa sucia para apartarla de su camino y poder ver bien el espejo de cuerpo entero que colgaba en la parte interna de su puerta.

Hora de practicar.

Kagome se puso delante del espejo mientras leía la revista.

—Vale. Miraditas. Cuando encuentres a alguien que te gusta, lánzale cortas miradas desinteresadamente. Míralo desinteresadamente, pero aparta la vista inmediatamente en cuanto te devuelva la mirada. Haz contacto visual un momento y no más. NO te quedes mirando ni devuelvas la mirada durante más de un segundo. Todavía no. Mantén tus miradas cortas y breves.

»¿Mirar desinteresadamente? —Kagome soltó una exhalación, sintiéndose muy tonta mientras se miraba en el espejo. Pero... si funcionaba, valdría la pena. Nada que valga la pena requiere esfuerzo... un momento... no era así. Si vale la pena hacer algo, vale la pena hacerlo de forma fácil... no... Si algo vale la pena... ah, qué más daba. Vuelta a mirar.

—Mirada.

Kagome miró, asegurándose de que hacía contacto visual consigo misma.

—¡Aparta la mirada!

Mirada.

Aparta la mirada.

Mirada.

Aparta la mirada.

—Vale... ha sido fácil. ¿Qué más? —Dirigió la mirada a la revista en busca del consejo n.º 2—. Mirada extensa. El siguiente paso para hacer contacto visual con tu interés amoroso es dejar perdurar tu mirada. Dirige una pequeña sonrisa y pon calidez en tus ojos. Usa el lenguaje corporal para darle énfasis a la mirada. Inclina el cuello y mantén una pose relajada.

Kagome miró el espejo y fijó la vista. Entonces, recordó inclinar el cuello. No estaba segura de qué era una pose relajada... pero sentía que estaba pareciéndose a algo salido de una película de terror. Seguro que lo siguiente que iba a pasar era que su reflejo empezaría a corretear por la pared.

La imagen mental de eso la distrajo de la mirada. Volvió la vista hacia la revista para ver si se había saltado algo. Nop. Lo había hecho bien. Probablemente...