El repartidor

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Nos despertó El Raptor, él estaba con una bandeja, en la cuál habían dos platós de comida y dos botellas de gaseosa.
- ¿Qué le pusiste?- preguntó Finney.
-  Sal y pimienta- dijo el Raptor.
- Además ya están aquí abajo, ¿Por qué los drogaria?- dijo el Raptor.
Dejó los platós en el suelo y se fué, pero dejó mal cerrada la puerta, no tenía seguro.
- ¡Finney!, ¡es nuestra oportunidad!- dije.
- Es un idiota, vamos- dijo Finney mientras me tomaba de la mano.
Estábamos por irnos cuándo sonó el teléfono.
- ¿Será Bruce de nuevo?- pregunté.
- No lo sé.., será mejor averiguarlo-
Finney tomó el teléfono y contestó.
- ¿Hola?- dijo.
- No salgan- dijo aquella voz.
- ¿Por qué?- pregunté.
- Es una trampa, no lo hagan- dijo.
Finney tapó el teléfono y me dijo en voz baja.
- Esta no es la voz de Bruce- dijo.
- Tienes razón- le dije.
Tomé el teléfono y pregunté.
- ¿Eres Bruce?-
- ¿Bruce?, ¿quién es él?- dijo esa voz
- El jugaba beisbol- dijo Finney.
- Aquí no jugamos béisbol- dijo.
- ¿Quién eres?- pregunté.
- No lo se.., no lo recuerdo- dijo.
- ¿Tu qué hacías?- preguntó Finney.
- Yo repartía periódicos- dijo.
Ambos nos dimos cuenta rápido de quién se trataba.
- Eres Billy- dijimos los dos.
- Puede ser- dijo Billy.
- ¡Si!, ¡Si eres Billy!- dijo Finney.
- ¡No suban a las escaleras!- dijo Billy.
- ¿Por qué?, ¿Qué está haciendo?- pregunté.
- Los espera allí arriba con un cinturón, para golpearlos, los golpeará tanto que suplicaran para que pare, pero no lo hará, no hasta que se desmayen. Y eso duele, duele muchísimo- dijo tartamudeando, y colgó.
- ¿Hola?- dijo Finney.
- colgó- dije.
Me dirigí hacía la puerta tratando de abrirla cuando Finney me frenó.
- ¿Qué hacés?, ¿Quieres que te maté?- dijo Finney.
- Sólo quiero ver- dije.
- ¿Ver tu muerte?- dijo.
- Vamos, prometo que no pasará nada- dije.
- Te dejó ir solo si voy contigo- dijo Finney.
- Esta bien- respondí.
Abrimos la puerta tratando de ser los más sigilosos posibles, pero no salió muy bien, los escalones de madera rechinaban cada vez que los pisabamos.
Terminó la escalera y había una puerta abierta a nuestra izquierda. Decidí asomarme pará ver que había, pero Finney me frenó, me tomó de la mano y me llevó hacía el sótano.
- ¿Qué hacés?- le pregunté.
- No me voy a arriesgar a perderte Allison- dijo.
- ¿Qué..?- pregunté, quizás había oído mal.
- No quiero perderte Allison, me importas y mucho, y no quisiera que te pasará algo- dijo Finney sonrojado.
Díos, no lo podía creer, ¿Enserio le importaba?
Decidí dirigirme a el y darle un beso en la mejilla.
- Gracias Finney, tu también me importas, y mucho..- dije mientras mis mejillas se tornaban rojas.
- Bueno, vamos a comer- dijo tartamudeando y tocándose la mejilla.
Comimos y fué la peor comida que comimos en nuestra vida, pero teniamos demasiada hambre.
Comenzamos a charlar mientras devorabamos esa comida como si fuera la primera vez que comíamos.
No recuerdo cómo pero de un momento a otro nos comenzamos a abrazar y a estar cada vez mas cerca, parecía que estábamos por besarnos pero derrepente sonó el teléfono.
- Maldita sea- susurré.
Finney río y se dirigió hacía el teléfono.
- Dijiste que me llamo Billy, ¿Verdad?- dijo Billy.
- Si- respondió Finney.
- No me digas así, no hasta que sepa quién soy- dijo.
- Entonces como te décimos- pregunté.
Derrepente las botellas comenzaron a girar.
- Wow- dije.
- ¿Qué recuerdas?, para econtrar algún apodó para decirte- dijo Finney.
- Ya te lo dije, yo repartía periódicos- dijo Billy
- Okey, "repartidor", ¿Qué sucede?- dije.
- La pared que tienen en frente, tiene una separación en el piso- dijo.
- Bien, ¿Entonces?- preguntó Finney.
- Escondí un cable ahí, agarrenlo- dijo el repartidor.
- ¿Y que hacemos con eso?-
Las botellas comenzaron a girar más rápido y se detuvo en la ventana, y él colgó.
- Mierda, colgó- dijo Finney.
-  Lo sé, pero ahora hay que buscar ese cable- dije.
Comenzamos a buscarlo y no tardamos mucho en encontrarlo.
Finney se dirigió hacía la pequeña ventana con el cable, y comenzó a tirarlo para que se enredara en la reja que tenía, pero no podía.
- Detente y piensa- dijimos ambos.
Finney se fue al baño y trajo la alfombra más larga que había allí. Puso la alfombra contra la pared y comenzó a pasar el cable por la alfombra, para luego quitarla y solo dejar el cable.
- Eres un maldito genio, Finney- dije.
- Gracias Alli- dijo.
Agarró muy fuerte el cable y comenzó a subir, pero la pared era muy resbalosa, y Finney cayó.
- Haz un nudo, pon tu pie encima y empieza a trepar- dije.
Comenzó a hacer lo que dije y logró subir, tomó fuerte de la reja y se sostuvo de ella.
- Vamos Finney, tu puedes, siempre puedes- dije.
Pero Finney cayó sobre mí.
- ¡Mierda!, lo siento mucho Allison, ¿Te lastimé?- dijo Finney.
- No pasa nada Finney, lograremos salir de aquí- dije.
Me levanté y Finney se abalanzó sobre mi.
- ¡Lo siento mucho Allison!, no pude evitar que él te llevará y ahora no vamos a salir de aquí, lo siento muchísimo- dijo Finney mientras sollozaba.
Me sentí muy mal por el no quería que se sienta así, no merecía sentirse así, el era lo mejor del mundo, nada era su culpa.
- Finney- dije mientras lo apartaba un poco de mi y quedábamos frente a frente.
- Eres lo mejor de éste mundo, no tienes que sentirte así, prometo que lograremos salir- dije mientras ponía uno de sus mechones de pelo detras de su oreja.
Finney seguía sollozando, no sabía que hacer.
- Finney, prometo no dejar que nada te pasé, te protegeré mas que a mi propia vida, pero no te sientas así, encontraremos alguna manera de salir- dije.
Finney y yo comenzamos a tener mucho contactó visual, estaba sonrojándome y él también.
Derrepente Finney me besó, fue el besó más hermoso de mi vida, fué tan dulce y suave.
Nos separamos y no sabía que decir, hasta que Finney habló.
- Allison..- dijo.
- Me, me gustas- dijo Finney.
No lo podía creer, derrepente mi cara se transformo en una hermosa sonrisa y me abalancé sobre él para abrazarlo.
- Tú también me gustas Finney- dije.

Thanks, FinneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora