Capítulo 4

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A pesar de que los primeros rayos de sol ya atravesaban el cristal de mi ventana, no fue eso lo que me despertó. Aquel portazo hizo que despidiese un pequeño gemido antes de medio abrir los ojos y preguntarme que ocurría. Me levanté como pude, inconsciente de la hora, hasta la puerta. Me costó abrirla, a pesar de que el viento que entraba por la ventana la movía ligeramente. Finalmente, como si de un grito de guerra se tratase, le chillé a la puerta, quería saber que ocurría tras ella y, cuando lo conseguí, una brillante luz me cegó y..
-¡Ugh..! -gemí con molestia-.
Los rayos de Sol me daban en toda la cara.
-Bff.. -suspiré con desgana-.
Me volteé para colocarme boca abajo, pero ya era tarde, me había desvelado. Me levanté con pereza de la cama, y antes de abrir la puerta me giré hacia la mesita junto a la cama, con la vista clavada en el reloj.
-Hmm.. -me limité a balbucear-.
No eran mas que las 11:43 de la mañana. ¿A qué hora volví? ¿Cuánto tiempo he dormido?
Quitándole importancia a ese par de preguntas, abrí finalmente la puerta y me dirigí a la cocina. Iba a paso lento y antes de llegar, escuché a mi madre hablando con mi abuela. Me asome a la cocina, y un ligero carraspeo de garganta hizo notar mi presencia en la sala. Mi abuela se giró con lentitud y una suave sonrisa, mientras que mi madre me miraba de reojo con una mueca de indiferencia.
-Hola abuela -exclamé con sorpresa-.
-Hola cariño -se limitó a decir con tranquilidad- Estaba pensando en que podrías venirte este fin de semana a casa, viene tu primo.
Hice notoria mi mueca de desprecio.
-Pero cariño -dijo intentando calmar la conversación-. Se lo que ocurrió entre vosotros pero creo que sería una buena manera de reconciliaros y..
-¡No! -salté de mala manera- No quiero hablar con él, ni siquiera quiero saber como le va su maravillosa vida. Sé -intenté calmarme- que lo dices con la mejor intención, pero no estoy preparada para ello.
Y tras esas últimas palabras, fui a mi cuarto, me puse los zapatos y salí de casa medio llorando.

Encuentros a las 3 de la mañanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora