Capítulo 8 "La fogata"

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La tarde transcurrió sin novedades importantes, pesé a que Vallolet casi se ahoga con el jugo de naranja, pero después de resucitarla y pasar el peligro, todo siguió tranquilo, no había ninguna actividad en puerta o algún evento importante al que ir, solo era disfrutar del lugar, del aire entrando por las fosas nasales, del viento creando movimiento en la copa de los pinos y del sol entrando por mis poros de mi piel. Y por supuesto de un buen libro en mis manos.

- ¿Piensas leer toda la tarde? - se acercó Vallolet con una mueca.

- Es un excelente pasatiempo - admití - deberías sentarte a mi lado y leerlo junto conmigo - hice unas palmaditas en la hojarasca seca.

- ¿Es literatura erótica? - preguntó con suma atención a mi respuesta.

- Eeeeh... No - respondí anonadada por su pregunta - es una novela juvenil.

- Nah - despreció con un mohin en su rostro - entonces ni en sueños me vengo a leer contigo - dijo con total desinterés - pero bueno, yo no venía a eso, venía a invitarte a "La fogata"- hizo ademanes.

- ¿"La fogata"? ¿Qué es? - pregunté confundida.

- La mayoría de nuestro salón, se reunirá en el centro de todas las casas de campaña, prenderán una fogata y se dispondrán a contar anécdotas y a jugar "Verdad o Reto". Eso le dominaron "La fogata" - movía dramáticamente la cabeza.

- No te ofendas Vallolet - anticipé - pero se escucha bastante soporífero - utilizaba el eufenismo a menudo, porque de no utilizarlo, le hubiera dicho que para mí, era absolutamente absurdo - además, sabes que no me gustan los retos - volví la vista hacía el libro.

- Tú y tus palabras rebuscadas - se molestó - deja de ser tan aburrida y divierteté un poco como una adolescente normal - me quitó el libro.

- ¡Oye! - refuté.

- ¿En serio piensas leer todo el fin de semana sin siquiera convivir con nosotros o dar una vuelta por el lugar? - manoteó con mi libro en manos.

Quizás tenía razón y estaba siendo muy antipática, a lo mejor no tenía más amigos, porque nunca me involucraba en nada y lo único que tenía que hacer es ser más empática.

- Okay - dije en tono de reniego - tú ganas - se alegró y me dió la mano para ayudar a levantarme.

La noche había llegado por completo al lugar y el brillo del fuego iluminaba la noche estrellada. Había varios troncos alrededor de la fogata que hacían la función de asientos; visualicé a los que se encontraban riendo y bromeando... Estaba Luke, Phoebe, Charlotte «la cual no dejaba de destornudar» , Alejandra y Damían «Quienes estaban tomados de la mano», Amanda «por supuesto» y...

Me paré en seco y Vallolet continuó avanzando hacia ellos... ¿Qué carajos estaba haciendo Will entre ellos?

Luke le dio un cordial saludo a Vallolet y a verme, no dudó en saludarme y en alentarme con la mano a que me uniera. Todos voltearon hacia mí, absolutamente «todos» y era más que lógico que si me marchaba, parecería que huyería de mi profesor favorito... Por lo que no tuve más remedio que dirigirme hacía el fuego.

- Hola a todos - aprenté mis labios en cuantó terminé la última letra.

La mayoría me regresó el saludo, aunque sabía perfectamente quiénes no lo harían. Luke se recorrió hacia el centro, dejándome un espacio junto a él en la orilla del pedazo de madera; por lo que correspondí el gesto y me senté a su lado.

- Estamos jugando "Verdad o Reto" - se inclinó Luke hacia mi.

- ¿Ya cesaron los anécdotas? - susurré en tono sarcástico.

Envuelta En MentirasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora