Aquellos que bailan a la luz de la luna

Capitulo 12: La Caída de Camelot Parte I

-Finales de otoño del 479 d.C.-

El sol había salido en un nuevo día en Camelot, con su gente preparándose para su día como lo habían hecho desde la construcción de la ciudad. Los hombres se preparaban para labrar los campos, las mujeres preparaban la comida y la ropa, los niños saltaban de sus camas de paja para jugar con sus amigos y mascotas, mientras los que tenían disposición académica se escabullían en la Gran Biblioteca. Sin embargo, mientras los guardias de la mañana relevaban a los que estaban en la guardia de la noche, algunos se preparaban para lo que sería un evento excepcional.

"Entonces, ¿por qué tengo que usar este... atuendo ridículo otra vez?" preguntó Naruto.

Arturia estaba terminando de ajustar su jubón acolchado para dicho evento con el ceño fruncido, "Porque, Naruto, ayudará a cambiar la perspectiva de las personas sobre el color rojo, y te queda muy bien".

Arturia había insistido en ayudar a Naruto a elegir un atuendo para este evento, ya que era algo que requería un cierto nivel de gracia aristocrática para asistir, "Me muestra demasiado los ojos". Lamentó la pérdida de su capucha a favor de una capa de hombro y calzones; mostrar algunos rasgos vampíricos potenciales en público nunca era bueno para la salud. Especialmente cuando la gente era creyente en el Dios hebreo.

Terminando con los últimos ajustes, Arturia dio un paso atrás para ver a su amante lucir tan guapo como siempre, con una capa en el hombro que llevaba el sigilo del Estandarte Real en rojo sobre tela azul. "Y tus ojos son tan hermosos como los rubíes, Naruto". Asintiendo con satisfacción, dio un paso adelante antes de acercar a Naruto a sus labios por un breve momento y compartió un suave beso con él, "No te preocupes por algo tan trivial como tus ojos. Tienes que quitarte esa capucha de vez en cuando". mientras, mi amor." Arturia dijo, Naruto le devolvió la sonrisa, no pudo evitar perderse en su belleza.

Ella era su diosa. Y él, su fiel Apóstol.

Naruto sacó la cinta de su cabello que siempre se había atado cuando estaba en público ante la gente común y los nobles, aquellos que no sabían que ella era una mujer, y giró a Arturia para atar su moño, "Tienes razón. Esta es la boda de Tristan a la que nos dirigimos". Riéndose brevemente antes de volver a hablar, "Usar ropa bonita para bodas y fiestas es un hábito al que podría acostumbrarme".

Desde la muerte de Morgan, la oscuridad de Gran Bretaña aparentemente había comenzado a retroceder hacia el reverso. Los fantasmas del aspecto oscuro se retiraron a lugares alejados de la civilización, y los restos del poder de Morgan ahora son meras volutas de lo que una vez fue el Dark Fae. La luz que Arturia representaba y por lo tanto Vivian brillaba intensamente en los rincones de la tierra, trayendo alegría y felicidad a muchos.

Para los Caballeros de la Mesa Redonda, esa alegría se había multiplicado por dos; Mordred y Ywain se habían convertido en mejores amigos desde que se unieron, ambos se complementaban en sus personalidades y acciones. Las bromas contagiosas del humor grosero de Mordred y el comportamiento relajado de Ywain habían resultado contagiosos en el salón de Ehangwen.

Ywain fue un mediador cuando los argumentos se convirtieron en relaciones potencialmente agrias; incluso cuando se aventuraba en la ciudad en su propio tiempo, ayudaba a mantener la paz con sus palabras. Cuando surgieron asuntos judiciales, simplemente dio un paso atrás para permitir que otros más adecuados se ocuparan de ellos, relajándose con tiempos tan tediosos.

En cuanto a Mordred, ella era ferozmente abierta en su defensa de Arturia cada vez que se encontraba bajo la calumnia de otros, ya fueran nobles o extranjeros que desconocían su forma de gobernar. A veces entrenaba con otros caballeros para descargar sus frustraciones y vapor, su armadura era lo suficientemente resistente como para soportar golpes directos, a pesar de usar espadas de práctica. Aunque les pareció bastante extraño que nunca se quitara el timón. Naruto recordó una conversación tonta que tuvo con su hija.