♡◍••◍Amor de hermanos◍••◍♡ [Kakanaru Yaoi] [En Edición]

Extra:💗Día de San Valentín💗

"14 de febrero... 10:21a.m"  Vio Naruto en su teléfono.

Ya era el día de los enamorados. Estaba preparado para darle una sorpresa a su amor. Nada más se imaginaba su cara.

Estaban de nuevo en la ciudad del amor, París. Kushina tenía que desfilar los nuevos atuendos, únicos en su clase.

Naruto llevaba e iba. Iba y venía. Estaba ayudando a su mamá a decidir.

—Naru... Puedes traerme ese vestido que está allá. —el rubio asintió casi explotando y quedándose sin paciencia.

En ese momento venía Minato con bolsas en sus manos.

—¿Qué pasó, Naruto? ¿Y tú mamá?—puso las bolsas en una mesa.

—Está decidiendo que se va a poner para ir al dichoso desfile. —respondió cansado.

Tenía varias cosas encima, entre ellas, camisas, shorts, faldas y vestidos. Todo un caos de ropa.

Kushina salió del vestidor a verse en el espejo por milésima vez.

—¿Qué tal me queda este?—se puso de frente, los dos la vieron de arriba a abajo.

—A mí me gusta, ¿qué dices, hijo?

—Si. Resalta tu cabello rojo.

Se miro de nuevo en el espejo.

—Me están mintiendo. Esto me queda horrible... Dame eso. —arrancó otro atuendo que Naruto tenía encima.

Naruto se llevó la mano a la frente otra vez.

—¿Cuántos se a probado? —se sentó a su lado.

—Ya perdí la cuenta. —se recostó del respaldo de la silla. Bostezó.

—Traje comida china por si quieres. Voy a darme un baño, suerte con tu mamá. —el rubio menor lo vio con tristeza y Minato soltó una risa.

5 atuendos más. Naruto ya estaba perdiendo la paciencia, se estaba arrepintiendo de haber aceptado ayudar a su mamá. Kushina entro y salió a verse en el espejo.

El rubio tenía la mejilla reposada en su mano.

—¿Sabes algo, Naruto?—volteó sin dejar su posición. —Este es el que me voy a poner, resalta mi color de ojos y mi cintura se ve más pequeña, me encanta. —a Naruto le dió un tic en su ojo.

—Mamá. —llamó su atención. —¡Ese fue el primero que te pusiste! —le dijo apretando los dientes, estaba controlándose.

Kushina solo rió.

—¿Ah, si?—se rascó la mejilla sin gracia.

Naruto negó en desaprobación.

—Yo me voy de aquí. —puso la ropa que tenía encima en la mesa, tomó uno de los recipientes de comida china y se largó de ahí.

—Naruto. ¿A dónde vas? —el rubio no respondió. —¿Y ahora qué le ocurre?

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—"No sé ni para que la ayude... Fue una total pérdida de tiempo... —se recostó en la cama y dejó salir aire de sus pulmones. —Ahora solo debo de enfocarme en la sorpresa que tengo para Kakashi"

En eso veía él.

—¿Qué pasó, enano? —se sentó a su lado. Naruto se levantó y le dió un beso en la mejilla.

No quería correr el riesgo de que alguno de sus padres los vieran. No sabrían en qué lío estarían. Por eso, mantenerlo en secreto es una prioridad.