—Sasuke, puedo explicarte... —Sasuke se quitó encima de él y se empezó a vestir.
— ¿Explicar qué? ¿Que te andas revolcando con otro? ¿Eso es lo que me quieres explicar? Vete a demonio. —se termino de vestir.
Naruto lo imitó y Sasuke estaba en la sala esperando al traidor par a quese fuera de su casa.
—Sasuke...—se le puso en frente para no dejarlo caminar. —Por favor...—sus lágrimas salían sin parar. —... No fue que yo quise, él me obligó.
Sasuke lo evadió. Naruto se desespero y lo abrazó por la espalda.
—No me interesa, eres un mentiroso.
—Sasuke, por favor.
—Suéltame, Naruto. —el rubio lo abrazó más fuerte.
—No...—estaba casi que rompía en llanto. No iba a dejar que lo abandonara.
—Te lo advierto, Naruto. Suéltame.
— No. —dijo más fuerte. —Sasuke, escúchame, no te estoy pidiendo mucho. —hablaba con voz rota.
Sasuke suspiro y con todas sus fuerzas lo soltó.
— ¡No! —Naruto cayó a suelo pero se le levantó rápido.
—Ya no tenemos ningún relación a partir de ahora... te quedarás solo... Y busca consuelo con la persona que te revolcaste, maldito traidor.
No sabía que más sentía en ese momento, sí dolor, rencor, decepción, tristeza o todas juntas en un solo lugar. Sentía el dolor en su corazón. Se había enamorado de Naruto ¿Por qué le habría hecho algo como eso?
Ya había pasado varios meses juntos, por fin iban a intimar, y Naruto la cagó. Sasuke lo corrió de su casa...
Por otro lado, Naruto no tenía la culpa de lo que le había pasado el día anterior. Era de su "hermano" pero el ya no lo veía de ese modo. Era como... su demonio personal, que ahora lo haría suyo cuando se le diera la desgraciada gana.
Naruto tenía que ser fuerte en ese instante, pero Kakashi era más grande y mucho más fuerte que él. Los fines de semana se iba al gimnasio ¿qué esperaba? Y aparte que se llevan ocho años de diferencia. Era imposible.
Sasuke se había entrado a su casa. No le dirigió la palabra al rubio, lo dejó ahí. Naruto llegó a la parada de autobuses y... se iba rodando poco a poco y quedó arrodillado en el suelo por 10min. Las nubes amenazaban con dejar la lluvia caer.
No tuvo más remedio que irse a casa, ya comenzaban a caer gotas. Era la excusa perfecta para llorar en silencio mientras caminaba cabizbajo con las manos en los bolsillos. No quería llegar pronto, por eso se fue caminando. Y no es como si quedará tan lejos.
Comenzaba a llover más fuerte que antes, el rubio yacía llegando a su casa empapado hasta los zapatos. Tocó la puerta desganado y le abrió su madre. Ya habían pasado tres días desde que se fue por su aniversario. Era lógico que regresarran pronto.
Kushina lo vio muy triste pero no le preguntó nada, lo dejo que se fuera a su habitación.
Toc toc. Se abrió la puerta.
—Naru... Te traje un poco de caldo, para que no te dé un resfriado, mi amor. —entró al cuarto y su pequeño estaba enrollado en las sabanas.
El rubio no contestó. Kushina dejo la taza en la mesita de noche y se dirigía hacía la puerta.
—Si necesitas algo solo... llámame ¿sí? —Sabía que no obtendría respuesta, así que salió sin más.
Lloraba de nuevo, no quería nada, no quería saber de nadie. No le importa nada. Lo que más amaba se le fue... ¿Qué más podría hacer? Sólo le quedaba llorar.

ESTÁS LEYENDO
♡◍••◍Amor de hermanos◍••◍♡ [Kakanaru Yaoi] [En Edición]
Hayran KurguKakashi es un niño de ocho años que vagaba por las calles de Tokio robando. Pero se topa con Minato y Kushina el cual lo adoptan.