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—Eunji— llamó su madre —Eunji—

Eunji: qué? *pregunto bajando las escaleras*

—Se dice mandé, no "que"— regañó —ya deja de estar con ese aparato y ve a pastorear las ovejas, corre— ordenó

Eunji: tan temprano? *pregunto dejando su celular en la mesa*

—Ellas también tienen sus necesidades, si? Sino fuera por ellas no tendríamos en donde vivir— decía mientras cocinaba

Eunji: papá ya te dijo que dejes a esas ovejas y nos vayamos a la cuidad

—Jamás haré eso, si quieres vete con él y tú madrastra— mencionó malhumorada

Eunji: dijo que no viviríamos con ellos

—Ya te dije que no, no viviré de las miserias de tu padre. Ya vete— ordenó

Eunji: como quieras *dijo para salir de la casa e ir al corral y abrirlo* vamos apúrense no tengo todo el día. Bueno si, pero no para ustedes *les decía a las ovejas*

Eunji las llevaba a pastar no muy lejos de su casa, las llevaba a un gran campo una colina al costado de su casa. Ahí se la pasaba hasta las seis de la tarde cuidando a aquellas ovejas, nunca pasaba nada interesante, nunca aparecía ningún depredador que quisiera atacar al ganado o a Eunji, simplemente era tranquilo y aburrido el lugar en el que vivía.
Siempre se recostaba debajo de un árbol y desde ahí veía a todo el ganado y de vez en cuando contaba a las ovejas para ver si se encontraban todas.

Eunji: la enfermedad de las flores *leyó confundida en un libro* que estúpido, no había otro libro más barato en la librería madre? *reprochó para alzar la mirada y ver que no se encontraba ni la mitad del ganado* ay no...

Rápidamente se levantó de dónde estaba y corrió hacia donde imagino que estarían. Siempre intentaban adentrarse al bosque. Y efectivamente ahí estaban, cerca del comienzo del bosque, pero no estaban solas un chico se encontraba con ellas y había algo raro todas se encontraban rodeándolo. Eunji se acercó lentamente hasta que escucho al chico quejarse.

Eunji: estás bien? *pregunto insegura* no suelen morderte a menos que tengas algo de pasto, más en el cabello

Aquel chico se encontraba sentado en el pasto, mantenía su mano en su mejilla izquierda y parecía como si estuviera herido.

Eunji: no te hicieron daño, verdad?

—Podrías pasarme esas flores?— pidió aún con su mano en la mejilla

Eunji: estás? *pregunto algo confundida, tenían sangre*

Él asintió. Eunji con algo de miedo se acercó a él y se las dió, entonces fue cuando se dió cuenta que estaba sangrando.

Eunji: Dios! Si te lastimaron, pero cómo?... Ahg! Estúpidas ovejas, espérame aquí *pidió para ir corriendo hacia su casa*

Ella no tardó mucho y regreso con un pequeño botiquín de primeros auxilios que le había regalado su papá.

Eunji: volví. No tienen rabia ni nada por el estilo, no sé porque te atacaron. Me dejas ver?

Él se quitó la mano de su mejilla y le dió las flores a Eunji. Aquel chico tenía la raíz de una planta en la mejilla creciendo desde dentro de él, pero había sido cortada por aquellas ovejas. La otra parte que había sido cortada eran aquellas pequeñas flores.

Eunji: ...qué eres? *pregunto mientras tocaba con delicadeza la mejilla del chico, no lo podía creer*

Aquel chico tomo la mano de Eunji y la alejo rápido, pero delicadamente para no lastimar a la chica.

Plant Boy || Park Sunghoon [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora