Una Noche como otras...

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Una típica noche en S, helada como siempre, el sonido de las ruedas a toda velocidad, los ánimos, halagos, abucheos y silbidos, envolvían las rocosas pistas. Un lugar donde las apuestas reinaban, un grupo de amigos solo se concentraban en una cosa... divertirse.

─¡Parece que hoy tendrás que invitar las hamburguesas Reki!─ Langa uso la pared rocosa para dar un giro y ganar aún más ventaja

—¡Ja eso crees tu!— justo detrás de langa, Reki se inclinó para tomar la punta de su Skate y al levantarse comenzó a girar sobre la parte trasera—"vamos funciona"

Pensó mientras cerraba un poco sus ojos para evitar marearse, giro como trompo unos segundos y con la velocidad conseguida salto deslizándose por la pared rocosa tomando un impulso y logrando así estar a la par de langa

Habían apostado, quien perdiera invitaría la cena esta noche, Miya había dado la idea, serían ellos tres ya que Cherry y Joe tenían otros planes. Cada vez que Langa pensaba que ganaría, llegaba Reki, su maestro, mejor amigo... y... su amor secreto, siempre terminaba por sorprenderlo haciendo un nuevo truco y tomando la delantera.

─"Nunca dejas de sorprenderme Reki... eres increíble"─Pensó mientras le veía, ahora estando a la par─Genial Reki, no sabía que podías hacer esos giros!

Le veía con ojos brillosos, Reki desde Su última carrera juntos había mejorado en grande, cada vez más ágil, incluso habían intentado juntos bailar en sus skates, tuvieron que posponerlo ya que ambos siendo expertos, caían igualmente.

Su amistad se había vuelto aún más fuerte, Langa sentía conocer a Reki cada vez más y su corazón latía aún más estando cerca de su pelirrojo favorito...

—Uuuf ¡si! ¡Funcionó!—celebro un momento y justo después escucho a langa a su lado—oh s-si llevaba días practicándolos

Rasco su nuca desviando un poco su mirada, desde hacía tiempo, los halagos o comentarios de langa siempre tenían un efecto muy profundo en Reki quien terminaba desconcentrado o levemente sonrojado, podía sentir su corazón acelerarse cada que estaban juntos o había la mas mínima interacción entre ellos, Reki ya sabía lo que era pero lo negaba en su interior...

—bueno, sera mejor que no te confíes langa esta vez voy a ganar...

Sonrió desafiante al voltear a verlo para así disimular su leve sonrojo mas no contaba que terminarían conectando miradas, su estomago revoloteo con mariposas y sus ojos ámbar se iluminaron... si, Reki se había enamorado de su mejor amigo pero no lo diría, llevaban ya 1 año y medio de conocerse y su amistad se había fortalecido tanto que eran prácticamente inseparables por lo que Reki estaba decidido a ocultar cualquier sentimiento mas allá por temor a perder a aquel valioso ser por el cual sus ojos se iluminaban cada vez mas

—¡aún lado par de slimes!

Grito Miya quien en segundos los arrebaso, pasando justo por el medio como aquella vez en que se conocieron en un entrenamiento, ambos casi caían

—¿Están compitiendo o están cortejando? Jajaja

Rió Miya mientras que aceleraba mas con saltos y giros llegando así a la meta, Reki oculto su sonrojo con un puchero de molestia

—¡tu niño gato eso fue trampa!

—no es mi culpa que se distraigan en plena carrera, igual par de slimes ahora me deben una cena completa y sera donde yo elija muajaja

Miya los señalo con su dedo indice al bajar de la tabla ya en la meta mientras que Reki y Langa llegaban a la par, ya se había vuelto costumbre y Miya lo había notado, desde hace tiempo que Reki y Langa se distraían con facilidad y siempre que intentaba molestarlos al respecto cambiaban el tema tan rápido como fuera posible por lo cuál terminaba sacando algo de provecho en cada situación

Una Pequeña TravesuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora