Ꮜ́ꭱꮪꮜꮮꭺ Ꮐꭺꭱꮯꮖ́ꭺ

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— Lleva desaparecida 2 días, deberíamos dar parte a la policía.

— Seguro está bien mujer, además ¿qué más da? Si luego viene y nos regaña de que somos unos malos padres. Te quitas un peso de encima.

— Leo, a esta niña le pasa algo y no me gusta nada. Voy a llamar a la policía.

— Déjate de tonterías mujer, no vayas ahora de que te importa Úrsula, te gastaste todo lo que íbamos a invertir en ella en tabaco y pastillas, así corta el rollo de que te importa y mucho menos vamos a preocuparnos por ella. Esa niña no nos quiere y nosotros tampoco. Así que deja el puto teléfono y céntrate en tu otra hija que me tiene hasta la polla con sus lloros y dale la teta ya.

— Igual preocúpate tú también de tu otra hija, que tú has decidido tener otra para revivir la sensación de ser padres.

— Será puta.

Desde esta conversación ya han pasado casi 5 días desde que Úrsula no ha pisado su casa. Sus padres están ocupados atendiendo a Bella quien es la miembro de la familia más reciente, pues nació apenas hace 3 semanas. Sin embargo no muestran ningún interés en dar luz a su desaparición.

Después de varios días de estar desaparecida, Úrsula finalmente se encontraba en casa de su amiga Rina, desahogándose de sus problemas familiares.


Ya... ya pasó, tranquila Úrsula.

— Y lo que más me jode es que le dan todo a ella como si fuera la favorita y yo de pequeña tuve que aprender imitando el comportamiento y los gestos de los demás. – dijo enfadada.

Entiendo que estés enfadada porque yo también he tenido que lidiar con ser la hermana mayor, aunque mis padres no sean alcohólicos, son muy estrictos... sobre todo mi madre, creo que me odia. – bajó la cabeza Rina.

No me enfada el ser la hermana mayor sino el trato dado por parte de ellos. Tipo están intentando enmendar los errores del pasado que tuvieron conmigo pero esa no es la solución. La solución no es tener otra hija y tratarla como me tenían que tratar a mi.

Ahora que lo dices, nunca he sabido cómo fue tu infancia. Sé cosas porque hemos estado quedando y me has contado desde que somos amigas pero nunca me has dicho cómo se creó todo ese ambiente en tu casa. – preguntó indirectamente Rina.

Pues tiene su gracia. Porque empezó incluso antes de que yo naciera, aunque igual no sé si es cierto o no, ya que yo esto lo sé gracias a mi abuela, que bueno... ya no está.

Lo siento muchísimo. – Rina puso su mano encima de la de Úrsula.

Tú tranquila, me caía mal. Era mi padre versión mujer y vieja. – soltó una risita. — Te diré lo que me dijo mi abuela con sus mismas palabras. Esta conversación sucedió cuando tenía 10 años. "Hablando de padres alcohólicos, recuerdo una vez cuando mi abuela me contó una historia que nunca olvidaré..."

¿¡TE PUEDES CALLAR LA PUTA BOCA!?

— ¡TÚ NO ME MANDAS IMBÉCIL!

— ¡DEVUÉLVEME LA CAJA DE CERVEZAS AHORA MISMO!

— ¡LEONARDO ERES UN PUTO YONKI! ¿¡QUÉ NO VES EL DAÑO QUE LE ESTÁS HACIENDO A ESTA FAMILIA!? ¡PIENSA CON LA CABEZA POR UNA VEZ EN TU VIDA Y CUIDA A TU HIJA QUE TE NECESITA!

Leo no pudo aguantar las risas y se empezó a descojonar en medio de la discusión.

— ¿Qué es esto? ¿El típico cliché en el que el padre es el malo borracho yonki que no quiere a su hija? JAJAJAJAJA. Amanda tú no eres una santa, te recuerdo que eres como yo, y tú también has decidido seguir con esto. – dijo con una risa en la cara.

«𝙰𝙳𝙽  +𝟷𝟾»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora