XXI

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MARCUS

Esteban llegó a revisar especialmente mi cuarto, fijándose que nadie más esté allí conmigo, muchísimo menos Chloe.
Abrí la puerta encontrándome con él, de fondo, el cuarto de Jane se veía con la puerta abierta, y hablando, el tarado ese que amenacé hoy a la mañana con mi pequeña.

Los celos se hacían alcohol en mis venas. Como si se tratara del efecto agresivo de una droga. Esteban entró con una sonrisa de oreja a oreja y cerró la puerta.

—¿Por qué no olvidamos el problemita que tuvimos hace un rato mejor? Al fin y al cabo, me alegra saber que elegí bien a mi asesino. —Sonreí falsamente. Tenía que actuar como si no pensara en algo muy distinto a él.

—Recapitulemos, no me elegiste, mi padre te pagó para que me elijas, supongo no tuviste otra opción de todos modos. -Le recordé. 

—Supones bien... Sin embargo, yo siempre te tuve en la mira para este tipo de trabajos, eres grandiosamente eficiente. –Respondió, y antes de que pudiera preguntarle cualquier cosa sobre lo que acababa de decir, cambie el tema. —¿Sabes Marcus? Hace no mucho tiempo, cuando comenzamos con este negocio, hubo un asesino que se enamoró de una de las víctimas que había en la mansión. –Comentó. —Se intentaron escapar. Fue un caos total.

—¿Y eso por qué me interesaría a mi?

—Por nada. Solo quería contarte. Ellos habían armado un grandioso plan que hubiese funcionado... Si los de arriba hubiesen Sido otras personas.
Tenemos un equipo muy inteligente que nunca fallaría ni en el más mínimo detalle y siempre consíguen averiguarlo todo. –El sabía algo, y me estaba diciendo esto para asustarme, lastima que si el plan de esas personas era bueno, el mio era mejor.

—O tu equipo es muy bueno, o tu asesino muy tonto, porque no hay personas perfectas, todos tienen un fallo, que puede usarse y hacerlo más grande para tu propio beneficio. –Sonreí falsamente. El hizo lo mismo antes de acercarse a mí para decirme algo al oído como si de un secreto se tratase.

—Por alguna razón desconectaste las cámaras de los cuartos. Por cierto gracias por eso, ya no puedo volver a ponerlas.

—Como dije. El asesino era muy tonto. –Me burle de el seriamente, a este no le causó ninguna gracia, estaba perdiendo el tiempo hablando con el cuando tranquilamente podría estar matando a el idiota de enfrente de mil maneras.

Esteban caminó hacia la puerta, sin decir una sola palabra más, me dió a entender que esa conversación ya había acabado.
Tomo la perilla con la mano y volteó a verme con expresión de enfado, sin mas decir se fue. 

Las consecuencias valdrán la pena en cuanto saque a mi pequeña de aquí.

***

Había dormido muy poco. Estaba estresado, pensando en las personas que había en esta mansión que matar, pensaba en Chloe y en cómo le afectaría hacerlo y en Jane...
Quien estoy llegando a considerar mi mejor amiga.

Con una hoja y un lápiz empecé a anotar los nombres de un grupo de chicas quienes siempre se peleaban y dejaban de lado a alguna. Ellas iban a ser las más fáciles de asesinar. La lista era para mí pequeña.
Luego otra, que contenía personas quizás un poco más difíciles, pero que sus muertes podrían ayudarnos muchísimo. Arriba del sobre dónde lo guardaba. Escribí Jane.
Ella me demostró que pudo matar siete personas en solo una noche, algo que ni yo pude hacer si no en una masacre.
Por último estaba mi lista, dónde tenía ya a las siguientes víctimas para este escape.

Guardé las cartas en mi bolsillo y salí del cuarto para ir a desayunar.
En cuanto voy hacia la mesa donde siempre nos sentábamos los tres, me sorprende ver a el imbécil sentado en mi lugar al lado de ella hablando lo más feliz del mundo.

Y yo que pensaba en dejarlo vivir.

—Estas en mi lugar. Si no te mueves te saco a patadas. –Dije secamente. Ella abrió los ojos en cuanto notó mi tono y mi forma de pedírselo. Negó con la cabeza y le dijo en lo bajo que no se preocupe y me disculpara. De igual manera el idiota no se movió por lo que tuve que tomar el asiento cerca de Jane quien se reía a escondidas por toda la situación.

—¿Cómo durmieron? –Preguntó mi pequeña un poco nerviosa queriendo cambiar el tema.

—Bien. No es lo mismo sin mi compañera de películas pero también es divertido estar un poco solo. –Dijo ese chico que si no me equivoco se llamaba Jackson, o al menos así le decían. Ella me miró viendo y tanteando mi paciencia, la cual no se por que pero hoy tenía demasiada, será quizás porque me fio de que pronto vamos a salir de aquí y este tormento no va a durar tanto.

—Yo bien. –Dije sonriendo con falsedad.—No es lo mismo sin una follada nocturna de mi chica pero no todo se puede ¿No Jackson? –Me burlé de su frase anterior. Chloe enrojeció confundida de lo que había dicho, se levantó de la mesa y tomó mi mano, arrastrándome a quien sabe dónde.

Sus ojos se veían casi rojos del enojo, tenía ganas de reírme, lo habría hecho si no fuera porque en cuanto ví que nos llevó hasta el magnífico baño donde le conté todo sobre mi me golpeó en la cabeza con su mano.

—¿Por qué mierda estás así? –Pregunta. Yo dejé escapar una pequeña carcajada. Me gustaba cuando se enojaba. —Como todo un tóxico, celoso y posesivo novio.

—Porque tal vez eso es lo que quiero ser, pero cambiemos el tóxico y posesivo, prefiero que le digamos precavido y lo de novio esta bien, eso si me gusta. –Me acerqué, mis brazos rodearon su cintura acercándola hacia mi. Sus mejillas se volvían rojas otra vez y convenciéndome aún más a mi mismo de que era mi visión favorita después de su cuerpo desnudo.

—Pero lamentablemente no lo eres. –Ella afirmó. Como si no lo supiera.

—Solo porque tu no quieres. –Contraataqué. —Salgamos de aquí siendo nosotros, siendo uno solo. Salgamos y tengamos una vida juntos afuera sin nadie molestandonos. - No se de dónde salió este lado romántico de mi pero solo quería decirlo. —Tengamos una cita esta noche. –Dije. Estaba como loco al sentir que entre nosotros no había más que dos personas que se acababan de conocer y tenían todo un pasado como pareja. La quería a ella, la quería ya.

—Marcus ¿Cómo tendremos una cita en este lugar? –Preguntó. Mi pequeña aun no tenia ni idea de todo lo que puedo hacer solo por querer verla sonreír. 

—Dejamelo a mi, a las ocho de la noche voy a pasar a buscarte por tu cuarto. Vas a tener la cita más romántica y al terminarla, te follare de la forma más erótica que nunca conocerás. –susurré besando su mejilla y bajando mis besos hacia su cuello, ella gemía y sus manos desabrochaba mi camisa. —Creí que no querías en el baño de la mansión. –Alcé una ceja.

—Ahora que lo pienso bien no le hará mal a nadie ¿no crees? –Y sus palabras fueron música para mis oídos.

FELICITENMEEE.
No colgué y terminé un capítulo rapidooo.

Ya casi estamos llegando a las 2k de lecturas y soy lágrimas literalmente cumplen mi sueño.

Bueno, les paso un poquito de chisme.

Mi tía me regaló un libro, lloro.

Y en mi cumpleaños otras personas plata, cuestión, me pelee con mi mamá por qué ella quiere que me compre ropa y yo quería comprar libros, pero bueeeeno. JXNSJSB

Ahora sí, los veo hasta el próximo capítulo, espero que esté también lo hayan disfrutado. <3

No se olviden de tomar Cocacola.

Capitulo editado

Muertes Placenteras [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora