Capítulo 5. Sujen y la quinta guerra mundial

226 21 11
                                    

Seis de la mañana marcaba el reloj de la mesita de noche.

Jeon no pudo dormir; a su cabeza llegaba la cara de Jimin ensangrentada y de solo pensar y pensar su pecho gruñia al no poder hacer nada.Ya no podía domir así que tomo su computadora deceaba navegar un rato, hacía mucho que no sabía nada del mundo exterior.

Leyó el periódico y otras cosas más, eran las seis treinta y cinco de la mañana; se dio cuenta que su mensajería estaba llena, le dio flojera revisar su cell. Lo haría despues hoy vería videos asta la hora de la cena con los Parks.

Entró a ver videos a su galería y se topó con fotos que lo llamaban a demencia.
Por que tenía fotos de ese omega, viendo las mejor y más esas tres que hasta sus entrañas convulsiónaron de solo hechar su imaginación a andar.

Rebusco como llegaron asta que leyó por la pantalla de su teléfono el mensaje que "Park Jimin" el Ceo le había mandado, las fotos para la revista Jeon eran muy buenas pero a caso también las otras; prefiero no habrir el mensaje esto lo hablarían en persona.

Con mucho pesar se fue otra vez ala cama a dormir. Queria dejar de pensar en ese feo omega dominante.......

Por otro lado un Omega estaba revolcandose en las sabanas de su cama con la cara roja como un tomate. Y es que se repetía una tras otra y otra ves el como pudo equivocarse al enviar esas fotos. Es que en su cabeza no cabía como fue que paso; esas fotos eran de hace cinco meses o tal ves más. Su hermana le compraba ropa de "Omegas" y le repetía asta el cansancio que debía ponérselos ya que siempre traía trajes y eso escondía su bella complejidad de Omega.

Se los ponía solo una vez; se tomaba fotos y se las mandaba a su hermana para que viera que si los usaba. Ella vivía en Corea y el Japon como iba a saber si era verdad o no.

Ya había borrado las fotos y dio gracias a todos los cielos que el Señor Jeon no haya abierto el mensaje.

Hoy sería un buen día, regresaría a Japon y vería a Bae tal ves tomaría el vuelo está noche o mañana temprano pero antes tenía cosas que hacer y una cena cual atender.

Todo estaba tranquilo para el omega, lo que no sabía era que alguien venía a arruinar sus planes, pero Jimin es más astuto que cualquier persona entre las jerarquías, esa cena seria la quinta guerra mundial y dejaría en claro que lo personal y profesional eran temas apartes.

Jimin hacía tomando un baño antes de salir a terminar de ordenar las Empresas que estaban bajo su tutela. Hoy tenía ganas de andar de fachoso por eso motivo se propuso usar la ropa que su hermana habría comprado.

Eran unas faldas y unos Tops muy de mujeres, pero era común verlos en omegas tanto hombres como mujeres.
La falda era de color carmesí, con cortes en cada lado. De bajo de la falda usaría unas mallas transparentes que eran asta los muslos. Quedaría bien ya que la falda era asta la rodilla a demás que el omega era de piernas largas. Su trasero era demasiado voluminoso; era redondo y respingon elevaría la falda haciendo una hermosa silueta. El top que usaría seria de manga larga color negro de bajo de el un Crotop rojizo que le daría un toque sutil. Usaría una chaqueta larga color azul marino con destellos carmesí y unos hermosos botines negros con toques azulados. Aretes, anillos y sus pupilentes marrones. Peino su cabello de oro y se puso un maquillaje sutil y delicado, Perfume de Sahara y un poco de bálsamo para la resequedad de labios; Teléfono, cartera, llaves y lentes de sol. A penas salió de la mansión y su amigo ya estaba llamando, gritando por la demora del omega.
Que dramático era Jackson. Tan dramático que tenía quinse llamadas perdidas.

Condujo su carro esta ves un Quinto Elemento, un regalo de su hermano mayor por sus grandes logros en la empresa.
Se estaciono en la Empresa Park y bajo. Por alguna razon tenía una obsesión con los carros deportivos; los empleados quedaron atontados, preguntándose si ese era su jefe. Es que era una obra maestra. Era todo un omega, belleza y sensualidad en una sola con un toque de inocencia y ternura que le daban el toque de perfección. A demás bajandose de esa vestía, sin dudad era Dominante.

Dominante <Kookmin>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora