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8 años antes

- ¿Lucas, donde estás? - se decía asi misma estefania mientras entraba a un asqueroso bar, se veían personas casi muertas por las drogas y el alcohol.

Mientras empezaba a buscar a su novio, empezó a sentir una sensación rara en el estómago, como si se le apretara, siguió buscando hasta que llegó a los cuartos, eran cinco en total, nerviosa, empezó a abrir las puertas, de cada uno, hasta que llegó al último cuarto, empezó a abrir la puerta demasiado lento para su gusto.

Y lo primero que escucho, fueron gemidos, bastantes escandalosos, sus manos sudaban de lo nerviosa que se encontraba, y fue en ese momento cuando la chica habló, que se le rompió el corazón.

- Oh por dios Lucas, más fuerte mi amor - una chica que estaba sentada en las piernas del que se supone que es su novio, de hace más de 5 años follando salvajemente como animales. Todo este espectáculo lo veía Estefania mientras se cubría la boca y las lágrimas salen sin más de sus ojos.

- Lucas - susurro ella, y allí fue cuando la pareja de amantes se percataban de que tenían público.

- Estefania estoy ocupado ahora te puedes largar - dijo el mientras tomaba a la chica de la cintura y la sentaba a su lado.

- Eres un completo imbecil, tranquilo que ya no te molestare más con mi precencia - le contestó Estefania mientras se limpiaba los ojos y salía corriendo de ese repugnante lugar.

- Porque le dijiste eso - le preguntó la chica, mientras se comenzaba a colocar su ropa interior.

- Eso no te incumbe Sahara - le contestó algo brusco el, mientras sacaba una bolsita con cocaina, y comenzaba a trazar líneas en una mesa para luego aspirarlas.

- No se supone que la amas - le dijo ella, acercándose a la mesa, para luego inclinarse y aspirar la línea que le dejó el.

- El amor a veces no es suficiente - le contestó, se acercó a la cama para acostarse y esperarla a ella, para seguir lo que no habían terminado.

Mientras tanto Estefania, iba camino a su casa, llorando a mares, y pensando cuando fue que cambió todo, bueno en realidad lo sabe y eso paso cuando su suegra enfermó y falleció, allí fue cuando Lucas empezó a cambiar, conoció gente que le mostró que drogandose iba a olvidarse de todo, prefería estar con sus amigos que con ella, así también a engañarla, ella lo sospechaba pero nunca llegó a verlo hasta hoy, cuando el le envió un mensaje disiendole que si podía ir por el, y ella preocupada fue a buscarlo.

Se sentía tan tonta, se odiaba a sí misma, se sentía que todo fue culpa de ella, que no estuvo lo suficiente para el, y que además no tenía atractivo físico, se odiaba.
Llegando a su destino se bajó del carro, y empezó a correr buscando las llaves de su casa desesperada y entró corriendo a su habitación, empezó a sacar todas las maletas que tenía, y comenzó a colocar sus pertenecías en ellas, estaba decidida a salir definitivamente de la vida de la persona que más amo y que mas daño le hizo.
Sintio golpes en la puerta, se limpio las lágrimas, pero fue en vano y le abrió la puerta a su madre, quien la vio y no necesito saber nada solo la abrazo y fue cuando se rompió.

- Mamá, porque duele tanto, porfavor sacame este dolor - lloraba desesperada, mientras se tocaba el corazón, cayeron al pisó, su madre la acunaba igual que un bebé, y ella empezó a llorar en silencio por el dolor de su hija - el me destruyó, me arrebato todo, ya no puedo más.

Su padre las vio en el piso, y no quiso preguntar nada, viendo el llanto de su hija era suficiente para saber, que el le arrebato todo lo que quedaba de ella.

- Voy a aceptar el traslado a Alemania, ya no puedo estar más aquí, sabiendo que el vive a dos casas de la mia.

- Vamos hija, te ayudaremos a empacar, y no te preocupes por nosotros estaremos bien, y recuerda que siempre vamos a estar para ti - le dijo su padre, ayudándolas a pararse - te amamos, eres nuestro tesoro, y si esto es lo que de verdad quieres te apoyaremos siempre.

- Gracias, esto es lo que de verdad necesito, salir de acá, irme lejos y sanar.

Cuando terminaron de hacer las maletas, se fueron a dormir, aunque estefania no durmió en toda la noche. Amaneció y ella solo pudo dormir tres horas, las otras se las paso llorando.

Ser Feliz ImportaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora