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Después de un vuelo de casi 10 hrs, al fin pudo llegar, siendo de noche, se fue directo a un hotel, para dormir y recuperarse del jet lag.

Entró en cuarto y lo primero que hizo fue encender su teléfono, y eso hizo que sus ojos se llenarán de lágrimas, en su inicio de pantalla estaba la foto de ella con Lucas besándose, y empezaron a llegarle una gran cantidad de mensajes y llamadas perdidas, ya sabía de quien se trataba, y prefirió ignorarlas, busco el nombre de su padre en WhatsApp y le mandó un mensaje para avisarle que ya había llegado y que no se preocupara, que borraría todo lo del teléfono. En ese instante le llega una llamada de la única persona con la cual no quería hablar.

Estefanía estaba en duda, no sabía si responderle, pero se armó de valor y apretó la tecla de responder.

- Aló, Estefanía mi amor, te he estado llamando tanto que casi me quedo sin minutos, tendrás que recompensarme.

- Eso es lo único que dirás, sabes no quiero alargar esta conversación que me hace mal.

- Lo sé amor, pero tú sabes que fue un simple desliz, algo sin importancia, no debes enojarte por eso cariño.

- Vete a la mierda, déjame tranquila - le contesto Estefanía mientras cortaba la llamada.

- Dios, dame la fuerza para salir adelante - se dijo así misma mientras entraba al baño para darse una ducha.

Al amanecer, Estefanía pudo descansar, se despertó y lo primero que hizo fue buscar a un psicólogo, se dijo así misma que si quiere sanar necesita ayuda para lograrlo.

Mientras se vestía, llamo a la consulta del que le dio más confianza para reservar una hora.

Y así paso la hora, salió de su habitación del hotel para recorrer y buscar algún arriendo que sea conveniente para su bolsillo, ya que lo único que tiene son sus ahorros.
Tuvo que esperar el ascensor, mientras que piensa en todo lo que tiene que hacer de ahora en adelante, pero sus pensamientos se desvían hacia la persona incorrecta.

Estará pensando en mi – se dijo así misma, mientras entraba en el ascensor – Ja, seguro debe estar cogiendo con alguien maldito cabron – pero se calló de golpe cuando vio a una señora de cierta edad mirarla.

Estefanía al tener a su madre que es alemana puede entender y hablar alemán con mucha facilidad, aunque haya crecido en estados unidos más preciso en California.
Al detenerse el ascensor se fue directo a la puerta de salida, saludo al portero, y empezó a buscar un lugar donde pueda comer, ya que no había comido nada, desde que paso todo lo ocurrido.

Ser Feliz ImportaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora