15

3.4K 129 2
                                    

POV. Samantha

Me levanté del asiento después de saludar a lía y camine con Max alejándonos un poco de ellos.

- Max es enserio no hablemos de esto por ahora sí? -dije suplicándole con la mirada.
- Está bien pero hablaremos en cuanto lleguemos a casa -dijo viéndome.
- Max ambos somos adultos y después de esto empecé a considerar que cada quien viva separado en su propia casa y...-mencione pero este me freno.
- Porque? Sam sabes perfectamente que después de esto no te voy a dejar ir -dijo poniendo sus manos en mis hombros.
- No se trata de que me dejes o no, se trata de mi desición no solo la tuya, terminaremos de hablar de esto en la casa -dije y me acerque a los chicos apoyándome en una pared.

Sinceramente no creía lo que pasaba el y yo siempre fuimos los hermanos más unidos y esto lo está arruinando, más bien se empezó a arruinar hace 2 años, cuando esté sentimiento empezó pero no negaré que la idea de que el corresponda me alegre pero aún así, ¡Somos hermanos carajo! ¡HERMANOS!

Tan solo de pensar en lo de hace unas horas la culpa me invade si nuestros padres lo supieran.

Flashback

- Max me daré un baño si llama mamá le respondes porfavor -mencione mientras me dirigía a mí habitación.
- claro -respondió este desde el sofá.

Subí a mi habitación y entre a la ducha no sin antes poner una lista de reproducción de música.
Llevaba fácil unas 4 canciones así decidí terminar rápido, salí de la ducha envuelta en la toalla y apague la música para salir del baño.

Me dirigía a mí armario cuando pise algo que me hizo soltar un grito junto con la toalla para dirigirla a mi pie, me agache a revisar y era un maldito arete que había buscado en la mañana

- que paso?! -pregunto Max pero al verme se quedó callado, sin entender lo vi raro hasta que me acordé de la toalla poniéndome totalmente roja.
- ¡¿Carajo porque no tocas?! -dije avergonzada mientras me cubría de nuevo.

Note como este se puso rojo también y coloco una mano frente a su entrepierna tapando algo muy notorio.

- ¡¡¡Puta madre Maximiliano te pones duro con tu hermana que maldito pervertido!!! ¡Salte ya! -grite y ese solo salió de la habitación.

Me sentía más avergonzada que nada, como rayos lo vería a los ojos sin recordar que me vio desnuda?!
Dejando de lado ese incidente me vestí y me peine el cabello me coloque unas sandalias y baje a la cocina por algo de agua, en esta se encontraba Max pero ninguno de los dos dijo nada y eso lo agradecia.
Al terminar mi vaso de agua me dirigí al sofá, prendi el televisor y puse una serie.

Un rato después más se sentó a mi lado en completo silencio.

- Sam perdón por entrar así a tu habitación -dijo volteando a verme igual que yo a él.
- no te preocupes Max fue un accidente -dije y me concentre en la televisión de nuevo.
- Pero...tengo que admitir que...tienes un increíble cuerpo -dijo e hizo que volteara a verlo con los ojos abiertos de par en par.
- ¿Como rayos puedes decirme eso? Max soy tu hermana, somos hermanos!
- Lo se pero siento un deseo de ti desde hace tiempo -dijo poniendo una mano en mi muslo por debajo de la falda que traía puesta.
- Max no! Es mejor que olvidemos lo de hoy -dije pero no quite su mano a lo que esté solo sonrió.
- lo olvidaremos claro si eso quieres pero antes hagamos el pecado completo -dijo y tomo mi cadera para subirme encima de el.
- Max no... -trate de protestar pero unió su boca con la mía callandome.

Trate de separarme pero solo logré que me pegará más a el haciendo que sienta su erección debajo de mi y provocando que suelte un gemido apenas audible que me hizo sonrojar de nuevo .

ALEXANDER D'DONETDonde viven las historias. Descúbrelo ahora